Desde siempre, el poner a correr rumores y versiones sobre casos y situaciones ha sido casi una especie de entretenimiento para mucha gente. Ante cada coyuntura, siempre surgen conjeturas, algunas hasta novelescas, que podrían ser ciertas o falsas, pero un buen número de personas las acoge como realidad. Ahora, con el uso –y abuso- de las redes sociales, esa situación se presenta en superlativo. Hago este preámbulo porque me resulta muy cuesta arriba creer que sea cierta la versión que corre en las redes, y recibí ayer tarde, dando cuenta de que el jefe de seguridad de la firma privada que regentea el vertedero de Duquesa, metida hasta los tuétanos en una controversia casi permanente con los ayuntamientos del Gran Santo Domingo y que con el manejo de esas instalaciones está creando todo un problema nacional de salud pública, dizque sería supuestamente nada más y nada menos que hermano de uno de los más altos jefotes de la cartera de Medio Ambiente y Recursos Naturales. ¡Asigún diiicen…!
Echarle la cuaba
Ante cada situación enojosa, siempre hay quienes buscan un culpable. Cuando Reinaldo Pared Pérez fue caminando desde el Congreso Nacional hasta la Procuraduría General de la República, la semana pasada, para ponerse a disposición del Ministerio Público y responder las interrogantes que le pudieran hacer sobre el sonado caso Odebrecht, hubo un reperpero de madre que provocó forcejeos y penosas situaciones entre gente de la seguridad del presidente del Senado y la manada de reporteros, fotógrafos y camarógrafos que daba cobertura al hecho, con estrujones y arrugones para algunos colegas. Hay quienes han tratado de echar la culpa del rebulú al personal de Comunicaciones de la Procuraduría, que a decir verdad, ofreció facilidades e hizo todo lo que tenía que hacer para que la prensa hiciera su trabajo. Los críticos, sin embargo, han querido echarle la cuaba del penoso incidente, olvidando aquello de que entre bomberos no se deben pisar las mangueras…