Santo Domingo.- Por meses, Luis Francisco Soriano -conocido como “Yefri” o “Yeyo”- caminó por Macao, provincia La Altagracia, como un rostro más en la multitude. Hasta que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con ayuda del Servicio de Alguaciles de EE. UU. lo arrrestó, nadie sospechaba que ese joven reservado era uno de los 10 fugitivos más buscados por los Estados Unidos.
Se le acusa de una masacre sucedida el 31 de agosto de 2024, en el condado Monroe, en Nueva York. Allí, cuatro personas fueron asesinadas, entre ellas dos niños de 2 y 4 años.
Soriano adoptó en República Dominicana una vida de bajo perfil. Pero su fachada se derrumbó el miércoles 4 de junio de 2025. Tras semanas de vigilancia, la DNCD, con apoyo el Ministerio Público, y agentes del Servicio de Alguaciles de EE. UU. (U.S. Marshals), las autoridades lo interceptaron cerca de la playa Arena Gorda.
La operación fue limpia, sin disparos ni resistencia. Soriano no estaba armado. Tampoco intentó escapar. “Sabía que lo teníamos cercado”, dijo una fuente vinculada a la investigación.
Ahora enfrenta un proceso de extradición hacia Nueva York, donde deberá responder por cargos de homicidio en primer y segundo grado, allanamiento de morada, secuestro e incendio premeditado.
La DNCD calificó la detención como una muestra del compromiso del Estado dominicano con la cooperación internacional contra el crimen organizado. Con este caso, el país escala al puesto número 2 a nivel mundial en capturas de fugitivos internacionales.
Perfil de fugitivo
Soriano, quien tras el crimen huyó a Puerto Rico, fue incluido en la lista de los 10 fugitivos más buscados del Distrito de Puerto Rico del Servicio de Alguaciles de EE. UU. en septiembre de 2024.
“Las investigaciones realizadas por el Servicio de Alguaciles de EE. UU. en Puerto Rico, en colaboración con el Grupo de Trabajo Regional de Fugitivos de Nueva York/Nueva Jersey del Servicio, revelaron que Soriano huyó en barco a la República Dominicana tras percatarse de la presencia de alguaciles federales en la isla”, informaron las autoridades.
“Sin duda, este es un trabajo excepcional por parte de los Alguaciles Adjuntos del Servicio de Alguaciles de EE. UU., tanto a nivel nacional como internacional”, declaró Wilmer Ocasio-Ibarra, Alguacil de EE. UU. para el Distrito de Puerto Rico.
“Es verdaderamente digno de reconocimiento, y nuestras comunidades deben sentirse tranquilas al saber que este fugitivo ha sido capturado y enfrentará la justicia. Cada caso es importante para nosotros, pero este no solo impactó profundamente a nuestras comunidades en Nueva York y Puerto Rico, sino que conmocionó a toda nuestra nación”.
“La horrible naturaleza de este crimen, que resultó en la trágica muerte de una familia, conmocionó los cimientos mismos de nuestra sociedad regida por la ley y el orden”.