SANTO DOMINGO.- El director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Rafael Santos Pérez, reveló este miércoles que el Metro de Santo Domingo opera con un déficit anual de entre 2,600 y 2,700 millones de pesos, a pesar del subsidio de 2,000 millones que recibe del Gobierno cada año.
Durante el Almuerzo Semanal del Grupo Corripio, Santos Pérez explicó que, aunque el sistema de transporte recauda entre 2,000 y 2,100 millones de pesos anualmente por concepto de pasajes, los costos operativos, mantenimiento y personal superan ampliamente estos ingresos.
En ese sentido, el director de la OPRET indicó que, el costo real del pasaje del Metro (que actualmente es de RD$ 20.00) debería ser de 57 pesos mínimo, para cubrir el costo operacional, sin incluir el reparo de la inversión.
“Vamos a definir lo que es un costo real, es el costo operacional, ahí no está contemplado el reparo de la inversión; lo que nos cuesta operar el metro es alrededor de 57 pesos, que en todas partes del mundo, con muy pocas excepciones, esos costos andan por encima de un dólar”, aclaró.
Comparó la situación del Metro de Santo Domingo con sistemas similares en otros países, como Panamá, Chile y Colombia, donde el costo del pasaje supera un dólar. Mencionó el caso de Nueva York, donde el servicio es administrado por empresas privadas y la tarifa asciende a tres dólares.
Al ser cuestionado sobre la no rentabilidad de este sistema de transporte público, explicó que la misma radica en que no se paga el precio que realmente debería tener y aumentarlo implicaría un impacto social y político muy importante.
“El Metro hasta hoy es una institución pública y cuando se sube el pasaje del metro tiene un efecto social y político de mucha importancia. Hay países que les ha costado este tipo de decisiones”, dijo.
A pesar de ser el medio de transporte más utilizado en la capital, con una demanda de hasta 400,000 pasajeros diarios en días laborables, el Metro sigue sin ser rentable debido a la baja tarifa establecida. Santos Pérez enfatizó que el déficit obliga a la Opret a gestionar fondos adicionales cada año para equilibrar sus cuentas.