Almería, España.- El jurado popular del juicio por la muerte del niño español Gabriel Cruz comenzó a deliberar este miércoles sobre el grado de culpabilidad de la dominicana Ana Julia Quezada, con encomienda del tribunal de "valorar las pruebas, dejando fuera todo tipo de sentimiento". Se prevé que el veredicto será emitido el jueves.
La magistrada-presidenta del tribunal Alejandra Dodero instó a las siete mujeres y dos hombres que componen el jurado popular a “dejar fuera todo tipo de sentimiento" a la hora de decidir si Quezada asesinó con alevosía o también con ensañamiento al niño de ocho años, o si, por el contrario, cometió un homicidio doloso sobre un menor de 16 años, lo que conllevaría una pena máxima de 15 años de cárcel.
La Fiscalía y la acusación particular piden prisión permanente revisable por asesinato para la confesa asesina.
La defensa, por su parte, solicita tres años de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave o, subsidiariamente, de homicidio doloso, con 15 años de prisión, debido a las atenuantes de confesión, arrebato y de actuar bajo la influencia de drogas.
El jurado debe decidir sobre cinco hechos registrados entre el 27 de febrero y el 11 de marzo de 2018.
Por un lado, determinar y motivar cómo se produjo la muerte de Gabriel en la finca de Rodalquilar (Níjar, Almería) y si Quezada tenía o no "intención" de quitarle la vida, así como sí lo hizo de manera deliberada e inhumana. En este punto, deben valorar también si concurren atenuantes en el comportamiento de la procesada como la confesión o el arrebato.
También reseñar en el veredicto si consideran probadas y el por qué las presuntas lesiones psíquicas infligidas a la madre, Patricia Ramírez, al padre, Ángel Cruz, y los daños morales que imputa la acusación particular contra cada uno de los progenitores, y que se habrían producido durante los once días en los que se activó el dispositivo de búsqueda de mayor envergadura de un desaparecido desplegado en España.
En las conclusiones del martes, la fiscal Elena Fernández solicitó prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía pero descartó que Quezada actuase con ensañamiento ya que la prueba pericial de los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) no ha probado que aumentase de "forma inhumana el sufrimiento del menor".
Aunque sí quedó acreditada a lo largo de la vista la alevosía "sorpresiva y convivencial" ya que Gabriel era "ajeno" a la "intencionalidad criminal" de una persona "de su entorno", así como el desvalimiento "porque se aprovecha de un niño de ocho años que pesa apenas 20 kilos".