
Jugadorres y fanáticos de los Toros de Buenos Aires se levantan la copa de campeón, durante la celebración anoche en el multiusos del barrio del Hospital.
Río San Juan.- Se dio. El equipo de los Toros de Buenos Aires al fin gana una corona en el baloncesto superior de Río San Juan.
Y lo lograron en gran forma, nada más y nada menos que apagando la leña del equipo más exitoso de los tiempos en el basket local, los Leñeros de la Gallera Vieja, a quienes vencieron holgadamente en el partido decisivo la noche del sábado con pizarra de 65-54.
Pasaron casi dos décadas de sufrimiento, 17 años, ante de que los fieles fanáticos de la barriada de Buenos Aires, al fin pudieran celebrar una corona de su equipo.
“La leña está en Buenos Aires”, vociferaban los buenosaireños arengando a sus muchachos durante el partido decisivo en el multiusos del barrio del Hospital, el cual estuvo abarrotado a toda capacidad durante los cinco partidos de la serie final, que fue jugada completa.
Sin duda, que parafraseaban el grito del equipo contrario, Leñeros de la Gallera Vieja, que tiene como eslogan “La leña está aquí”. Y se lo demostraron.
La serie fue muy reñida. Después de que los Toros de Buenos Aires ganaran la serie regular prácticamente invictos, con un apenas una derrota, los muchachos de la Gallera Vieja debieron ir a la semi final ante los Leones del Centro, a quienes vencieron para ganarse el derecho de ir a la final.
La final

LA AGONIA DE LA DERROTA. El técnico de los Leñeros, Luis Hernández, consuela a su hijo Luis Felipe, tras la derrota sufrida por su equipo ante los muchachos de Buenos Aires.
El primer partido lo ganaron los Toros, lo que fue prácticamente trazó de la pauta para el resultado final de la serie, pues aunque los Leñeros ganaron el segundo, el quinteto de Buenos Aires ganó el tercer partido, para poner a los de la Gallera Vieja contra la pared y apenas un a triunfo para llevarse la corona.
Vino la pausa de la eana laboral, y hubo que esperar hasta es este fin de semana por el desenlace. Los leñeros no se dejaron amilanar y el viernes lograron empatar la serie con un triunfo no acto para cardíacos.
Y el sábado vino el partido decisivo. Los leñeros tenían todo su ímpetu, y pensaban que podían revalidar la corona que habían ganado el año pasado, pero no fue así, los ‘cuernuses’ tenían otro propósito y era darle la primera corona a su fanaticada.
Así fue, con un Enmanuel Liriano y José Antonio Méndez, inspirados, y el gran trabajo de otros no menos dedicados, como Maindo, Alex, Roneidy, Carlos Méndez, Pucho Frómeta y Alex, el quinteto buenosaireño salió con todo y gatera ganando todos los cuartos de este partido final, hasta levantar la copa de campeón.

Miguel Alonso, padrino de el equipo de Buenos Aires, centro, junto al senador Aristides Victoria, padrino del torneo, y el alcalde Alberto Alonzo, presidente del comité organizador.
Luego vino la celebración, las calles de Río San Juan se llenaron de algarabía, algunos vehículos sonaban sus bocinas en señal de júbilo, y Miguel Alonso, quien este año y por primera vez asumió el compromiso de apadrinar el equipo de Buenos Aires, expresó con satisfacción haber cumplido con la misión que se había encomendado, darleuna primera corona a una barrida que por tantos años venía reclamándola, por lo que agradeció a todos y cada uno de sus jugadores por el gran trabajo que habían hecho para lograrlo.
Felicidades campeones de Buenos Aires, y ahora todos juntos celebraremos la caravana del triunfo por las calles del pueblo.