Por recientes experiencias he reflexionado sobre una realidad innegable: La República
Dominicana, a diferencia de países de similar condición, cuenta con servicios de salud
verdaderamente grandes: Hospitales estatales y clínicas privadas de primer nivel de
atención, centros de todas las especialidades, clínicas regionales y municipales, servicios de
diagnósticos avanzados, miles y miles de médicos especialistas en todas las ramas y
atenciones ambulatorias. (Sí…, por más que critiquen los criticones, en servicios de salud
somos ya incomparables y no tenemos nada que enviarle a nadie).
