No puedo imaginar que a las autoridades de New York se les ocurra reducir Central Park
para ampliar una avenida. Ni algo semejante a las de Ciudad de México con relación al
Bosque de Chapultepec. O que el Gobierno de Paris reduzca el territorio que acoge la torre
Eiffel. O que a la Alcaldía de Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile o Brasilia…y
paro de contar. (Solo aquí puede suceder que al Jardín Botánico se le roben once mil metros de vida a favor de la avenida Colombia, no obstante que miles de personas suelen ir a recordar y gozar que en Santo Domingo la vida existe… ¡No!…¡Totalmente
inaceptable!).
