Con el arte pintoresco de contar historias diseñadas de imagen difusa a la realidad de su vida.
Con el origen de un machismo grabado en la cultura egipcia que sólo los hombres pueden hacer y tener varios corazones rotos sin mirar los sentimientos dentro de cada historia.
Es el café el inicio de una charla que solo un lado de una vida es creíble y la otra más bien inconclusa y mentira contadas a medias de una realidad que pocos conocen.
Es el sentimiento de una mirada intercortada y esperanzada en un hombre que pocos conocen, pero que si sabe guardar muy bien su lado oscuro, desleal, infiel, deshonrado y desesperanzado, sin brindar una sola esperanza de un continuo y falso amor que solo brota de una sola persona.
Es aquel idioma hablado a media, es aquel estatus que muchos conocen y pocos procuran no tocar e ignorar el conocimiento de una vida buscando mejorar un mejor futuro para muchos, es aquel recorrido largo, triste y con una certidumbre a unos años que se acercan sin rumbo a conocer el día aquél.
Por encima de un chaleco un poco gastado, pero que representa una honradez y creíble vida falsa.
Ese es aquel alto y cariñoso habibi que habita en muchas y pocas a la vez, pero un corazón manchado, dolido, falso y engañoso, un corazón destrozado que ha intentado unir pedazos de una vida rota que se quedó en el pasado, es aquel que pinta de colores un peldaño, pero que es inútil pintar su propio ángulo, su propia historia, su propio mundo, con miedo a enfrentar un fracaso o un mundo de colores con diferentes tonos cálido y brillante días por venir.
Cuidado con aquel de mirada y sonrisa hermosa que puede encender y apagar la luz de tu mirada hacia el, cuidado con el idioma, cuidado con los besos, cuidado con las 4 paredes que pueden encerrar muchas historias de caliente y arduo besos y más allá de un beso un abrazo que aparece no acabar, pero si acaba con la esperanza de volver a creer.
Cuidado, cuidado si caes en las manos benditas y malditas a la vez.
Cuidado, cuidado si te haces ilusiones con alguien que su ilusión quedó en un pasado.
Cuidado si te dejas insinuar con aquel café y terminar en su sofá y luego invitar a una alcoba que han pasado muchos amores y arduo sexo inestables.
Cuidado, cuidado con habibi.
No caigas en las garras de habibi y sus mentiras.