Si la intención de Danilo Medina, con el espectáculo de mal gusto protagonizado por Jean Alain Rodríguez ante el Consejo Nacional de la Magistratura, era desprestigiar a Miriam German Brito para justificar su no permanencia en la Suprema Corte de Justicia, la abrumadora reacción pública de rechazo a esa infamia, con el consecuente apoyo prácticamente unánime a la Magistrada por su carrera intachable (incluyendo el de la mismísima Vicepresidenta de la República), convierte su intención en un rotundo fracaso, pues ahora Miriam sigue porque sigue en la Suprema (a menos que ella no quiera seguir).