
Licenciado Luis Estrella, director general de Tránsito Terrestre del Ministerio de Obras Públicas.
La Organización Mundial de la Salud -OMS-, así como la Procuraduría General de la República, han emitido datos contradictorios en relación a las muertes por accidentes de tránsito en la República Dominicana, reflejando estos datos una diferencia abismal, los cuales sin lugar a dudas han creado una gran confusión que es importante analizar para tratar de llegar a un punto que refleje nuestra verdadera realidad en materia vial.
En su más reciente informe sobre la situación mundial de la Seguridad Vial, la OMS establece entre una gran cantidad de informaciones de indiscutible valor para nuestra nación, que la República Dominicana es el segundo país en muertes por accidente de tránsito por cada 100 mil habitantes, con 42 muertes fatales, colocándonos sólo por detrás de una pequeña isla del pacífico, lo cual viene a constituir un aumento importante en relación al último informe que esa misma institución rindió en el 2009, que colocaba a la República Dominicana con 17 muertes por cada 100 mil habitantes.
En tanto, la Procuraduría General de la República, en su último informe sobre muertes violentas ocurridas en el país, establece que del 2008 al 2012, en República Dominicana hubo 24,185 muertes violentas, para un promedio de 4,837 por año, siendo el homicidio la causa principal con un 50%; los accidentes de tránsito un 38% y los suicidios un 12 por ciento.
En ese período, se produjeron 5 muertes por accidente de tránsito diarios, precisando que en el 2009 hubo 1,873 muertes, para un 19.6 muertes por cada 100 mil habitantes; en el 2010 se reportaron 1,902 muertes, para 19.24 por cada 100 mil; en el 2011, 1, 803, para un 18.3; y en el 2012 se produjo una baja significativa, con 1,782, para un 17.8 por cada 100 mil habitantes.
Como podemos colegir de estas informaciones, los datos que ofrece la Procuraduría coinciden casi en su totalidad con el informe rendido por la OMS en el 2009, de casi 18 muertes por cada 100 mil habitantes, lo que se aleja notablemente con el informe de la OMS del 2013, que refleja un aumento de más de un 100 por ciento de muertes por accidente de tránsito en República Dominicana, lo cual hace necesario una interpretación imparcial y equilibrada que nos permita determinar, sin apasionamientos ni prejuicios, obtener una conclusión lo más auténtica posible, y sobre todo, lo más cercana a la verdad.
Lo primero que habría que determinar es de donde provienen los datos que manejó la OMS, quien, o qué institución oficial le proporcionó esas informaciones, y si no, cual sería el grado de credibilidad de la persona u organismo privado que le suministró esos datos. Además, cuáles serían las intenciones e intereses de los informantes; si habría una intención marcada para presentar un panorama tétrico y sombrío sobre la seguridad vial en el país, y si un ambiente tan catastrófico sería la antesala para lograr objetivos posteriores.
Estas y otras preguntas entiendo que es importante hacerla, ante una distorsión de la realidad tan marcada y evidente.
Ciertamente, la situación del tránsito en el país es sumamente preocupante, aun partiendo de los datos oficiales; 18 muertes por cada 100 mil habitantes es mucho, pues estaríamos por encima del promedio de América Latina, que es de 16 y del promedio mundial, que es de menos 15, lo que necesariamente implica que debemos tomar urgentes medidas, que deben ir desde establecer una ley integral hasta brindar de parte del Estado, mayor ayuda técnica y humana, mayor inversión en la seguridad vial y sobre todo, en la educación, la cual es imprescindible para lograr a largo plazo una sociedad más consciente de sus deberes y obligaciones en lo relativo a las leyes de tránsito, como por ejemplo, el 90 porcientos de las muertes por accidentes de tránsito ocurren en países de ingresos bajos y medios; siendo el promedio de los países con ingresos altos de 10 muertes por dada 100 mil habitantes.
La Seguridad Vial no es un problema sólo de nuestro país, es una epidemia mundial, como por ejemplo, las muertes por accidentes de tránsito sobrepasan el millón 200 mil personas al año y casi 50 millones de personas mutiladas, muriendo alrededor de 1,000 jóvenes diarios con menos de 25 años, estableciéndose que más de 400 mil jóvenes entre 15 y 19 años mueren en esas condiciones.
Los daños materiales sobrepasan los 100 mil millones de dólares anuales, demostrándonos estas cifras escalofriantes, pero reales, el carácter global de la seguridad vial, que en estos momentos es la octava causa de muertes en el mundo, estimándose que para el 2030 será la quinta, pero, y es lo más preocupante, la muerte por accidentes de tránsito constituyen la primera causa de muerte entre jóvenes de entre los 15 a 29 años.
El país necesita una ley integral que aglutine todas las instituciones que de una u otra manera tienen que ver con tránsito y transporte, dándole una visión diferente a esta problemática. Pero soy de opinión que el país lo que necesita es la creación de un ministerio de tránsito, transporte y seguridad vial, como funciona en otros países, el cual funcionaría con varias direcciones generales adscritas, como serían la Dirección General de Licencias de Conducir, la Dirección General de Tránsito, que abarcaría lo que tiene que ver con señalización, rotulación, regularización de vayas y carteles, semáforos. etc.; la Dirección General de Transporte, que abarcaría todo lo relativo a vehículos públicos livianos y pesados, paradas, terminales, Omsa.; la Dirección General de Fiscalización, que sería la parte represiva (lo que es Amet).
Esta es mi humilde opinión, por lo que en la medida que continua la discusión en torno a cuáles mecanismos implementar para organizar el tránsito en el país, es necesario fortalecer dos frentes, el de la fiscalización y educación vial, pues como nos indican todas las informaciones, los errores humanos constituyen el 70 porcientos de muertes por accidente de tránsito en República Dominicana.
Esto debemos hacerlo independientemente de los datos contradictorios que nos ofrecen la Organización Mundial de la Salud -OMS- y la Procuraduría General de la República sobre las muertes por accidente de tránsito en el país.