Leo Hernández

El Centro Económico del Cibao, desde siempre, fue el buque insignia de las instituciones que miden las preferencias y simpatías de la gente que trabajan para la familia Abinader.

Primero, para el doctor José Rafael Abinader, con quien me unen viejos lazos de amistad y gratitud, en los tiempos en que éste buscó y fue senador por Santiago y más adelante, cuando trató de alcanzar la candidatura presidencial.

Y más recientemente, el equipo de Leonardo Aguilera ha estado siempre auxiliando, en el área de su competencia, a mi buen amigo Luis Abinader …hasta que una nube negra se interpuso (como dice la canción) y lo sacó de juego.

En el pasado, como en los buenos matrimonios, hubo desavenencias entre Aguilera y su equipo con los políticos del entorno de Abinader, pero generalmente, esas diferencias fueron superadas. Ahora, me cuentan, no ha sido así, porque “de fuera vendrán y de casa nos echarán”, en el sentido estricto de la palabra.

Aguilera fue en principio marginado y más tarde, definitivamente afuereado del equipo político asesor del candidato presidencial del PRM, porque nuevos asesores y/o consultores migraron al entorno de Luis y lo primero que hicieron, según las malas lenguas, fue cuestionar la metodología de trabajo y honorarios devengados por el Centro Económico del Cibao, aun cuando lo que están cobrando esos nuevos consultores alcanza cifras que no se pueden ni decir.

Confirmado una vez más que la mujer del raso difícilmente llega a ser la mujer del general. Ciertamente, sin importar lo ético ni las lealtades, de Colombia vendrán…

Pacheco al ruedo
EEl(os) equipo(s) que promueve(n) la candidatura de Alfredo Pacheco, mi amigo de siempre, para diputado del Distrito Nacional, está(n) por la goma. La jurisdicción que Pachi busca representar nuevamente, acusa su labor intensa, tanto en afiches, promoción publicitaria y contactos directos con los electores. El que venga atrás que arree, dicen los pachequistas…