Los más de 8 mil 555 presos hacinados en la cárcel de La Victoria están condenados a continuar cumpliendo sus condenas en condiciones paupérrimas ya que ni el Estado, ni tampoco la Dirección General de Prisiones tienen proyectado demoler o remodelar ese centro penitenciario.
Según Tomás Holguín La Paz, Director General de Prisiones, “muchos son los teóricos sobre el tema carcelario, pero pocos plantear soluciones que resuelvan el problema”.
“Se le carga muchas veces el dado al sector menos culpable, porque la Dirección General de Prisiones solo es depositaria de los internos que por la razón que sea llegan a los distintos centros de reclusión”, sostuvo el funcionario.
Añadió que hacen lo que pueden para mantener esos presidiarios ocupados en actividades dentro del penal y que aunque están hacinados, la salud del penal está controlada, “el ambiente de comida también, es decir, aún como están hacinados, porque no lo negamos, lo tenemos controlados”.
Comentó que en la cárcel de La Victoria los reclusos permanecen tranquilos, no se producen protestas, lo que quiere decir que existe un trato de la autoridad encaminado asumir su responsabilidad.
Declaró que sus funciones las realiza de manera responsable, a pesar de las decenas de problemas que se presentan a diario en las prisiones.
Dijo que su mayor satisfacción en los dos años de gestión es haber logrado establecer el Sistema de Data del organismo que preside y la realización del censo en los 36 centros penitenciarios existentes en el país.
Cantidad de presos
Un informe de prensa explica que La Victoria, la prisión más grande y vieja del país, tiene tras sus rejas 8 mil 555 presos, de acuerdo a la relación de internos institucional penitenciario de los cuales 3, 237 están condenados, mientras un total de 5 mil 318 son preventivos.
MAS DETALLES…
Para nadie es un secreto que en la cárcel de La Victoria se pasa las de “Caín”, se vive del macuteo, se privilegia a unos reos y a otros no, se consume y vende drogas, se venden celdas y hasta metros de mosaicos, duermen apiñados y cuando llueve las goteras caen por doquier. (Nuevo Diario)