Como establecimos en nuestra entrega anterior, el DMS-V: Manual de Diagnósticos y Estadísticos de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (Diagnostis and Statiscal Manual of Mental Disorders), publicado en mayo del 2013, entre las decisiones que adoptó, fue la de crear el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Con esta decisión el DMS-V, engloba el autismo, asperger y otros trastornos en una sola clasificación y reduce los síntomas a dos; deficiencia en la socialización e intereses restringidos y repetitivos.
Desde mi humilde punto de vista no comparto esta decisión del DMS-V, ya que unifica al autista con el asperger, como si fueran una misma situación. El Síndrome de Asperger desaparece como un trastorno independiente y pasa a ser parte del autismo, lo que entiendo es un error, porque aunque tienen características comunes, también tienen grandes diferencias.
En realidad los asperger como se etiquetan a las personas con dificultades para socializar y con intereses restringidos y obsesivos , también tienen grandes similitudes con las personas con temperamentos introvertidos y con los neuróticos con tendencia a la obsesividad y el perfeccionismo. Inclusive según mis propias investigaciones, los llamados asperger tienen más en común con estos últimos, que con los autistas clásicos e inclusive con los de alto funcionamiento.
En su libro "El poder de los introvertidos", Susan Cain, que es una abogada norteamericana, nos narra como ella siendo una persona introvertida, pudo convertirse en una representante de una gran compañía y de entidades bancarias, por su capacidad y determinación para dirigir negociaciones de todos los niveles. En su libro Susan Cain nos define los introvertidos, como personas cautivados por el mundo interior del pensamiento y los sentimientos, que pueden sentirse bien con estímulos menores, como beber vino con un amigo, resolver un crucigrama o leer un libro.
Susan nos dice en su magistral obra, que los introvertidos, actúan con frecuencia, de forma lenta y deliberada, prefiriendo centrarse en una sola tarea, siendo relativamente inmunes a los encantos de la riqueza y la fama. "Los introvertidos pueden tener bien desarrollado las habilidades sociales y saber disfrutar de las fiestas y reuniones de trabajo, aunque tras un rato desean estar en casa. Prefieren dedicar su energía a los amigos más íntimos, los colegas y la familia".
Según ésta escritora norteamericana, los introvertidos escuchan más que hablan, piensan antes de abrir la boca y a menudo sienten que se expresan mejor por escrito que en una conversación, prefiriendo entornos que no estén excesivamente cargados de estímulos.
Así como hay personas con temperamentos introvertidos, lo cual considero algo genético, ya que el carácter y la personalidad son adquiridos en la sociedad, siendo impuestos desde el exterior, y es lo que llamamos el otro yo, el EGO. Por lo que el introvertido viene al mundo genéticamente con esa forma de ver la vida, lo cual coincide con una de las condiciones que la DMS establece para el Asperger. El introvertido y asperger, buscan la socialización, le gusta ser social, aunque tienen alguna dificultad para ello.
El introvertido y el asperger en este punto no tienen ninguna diferencia, son sociables, aunque tengan alguna dificultad para lograrlo. Pero al mismo tiempo por tener ese temperamento apacible, tranquilo y callado, pueden lograr una socialización de más calidad y sobre todo cuando logran hacer consciencia de esta limitación, pueden convertirse en grandes emprendedores, gerentes, líderes, escritores, etc.
Para llegar a una conclusión positiva sobre el tema y después de abordar el introvertido y el asperger, voy a tratar de enfocar la relación del neurótipico o persona "normal" con el asperger en cuanto a sus similitudes, para luego concluir con mi tesis sobre la diferencia del asperger con el autismo y por tanto, mi diferencia con los criterios de la DMS-V., en relación al Trastorno del Espectro Autista (TEA).