Santo Domingo.- Unos 16 mil bares y centros de diversión son afectados con hasta un 50 % de pérdidas desde la entrada en vigencia de la Ley 16-18 que prohíbe el uso de la hookah en lugares públicos y privados, según informó la Asociación de Empresarios de Centros de Diversión (Asecedi), durante una rueda de prensa en la que dijeron que unos 48 mil hookeros han sido despedidos de estos negocios luego de la prohibición.
Informó que ante esta situación depositará un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional, ya que entienden esta ley es discriminatoria y crea monopolio.
“Este recurso será depositado ante el Tribunal Constitucional con la finalidad de que los jueces puedan ajustarla a la Constitución y exhortar al legislador mediante sentencia exhortativa permitir que a los consumidores se les habilite una área o espacio para utilizar la hookah”, explicaron los miembros de la asociación en la rueda de prensa realizada en el hotel Barceló.
“Hay entre 15 a 16 mil bares, si le pones tres hookeros por cada negocio, estaríamos hablando que 48 mil personas han sido despedidas luego de la aprobación de esta ley”, enfatizaron.
La ley 16-19 prohíbe el uso de hookah en lugares públicos y privados en el país; espacios cerrados, bajo techo, de uso colectivos públicos y privados y en vehículos destinados al transporte de pasajeros.
La misma establece que se sancionará con el pago de cinco a diez salarios mínimos del sector público, a los propietarios de lugares públicos y privados que permitan o toleren el uso del referido instrumento en sus establecimientos, entre otras sanciones que incluyen además al consumidor.
Los quejosos argumentan que la ley favorece a quienes consumen tabaco vía cigarrillo y que afecta a quien lo hace a través del instrumento de la hookah.
John Garrido, abogado de la asociación, indicó que para la aprobación de esta ley no se consultó a los comerciantes por lo que propone que se negocien algunos aspectos de la misma.
José Bernabé, presidente de la asociación, entiende que la medida es muy radical por lo que propone que se habiliten espacio para los consumidores de la hookah pero no que se prohíba totalmente.