Washington.- Estados Unidos calificó este miércoles de arbitraria la detención del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Edgar Zambrano. El Departamento de Estado indicó que de no producirse la liberación inmediata del parlamentario acarreará consecuencias, aunque no precisó cuáles.
Aseguró que Nicolás Maduro y sus cómplices son los responsables de la integridad física del parlamentario.
“La detención arbitraria del diputado Edgar Zambrano por las fuerzas de seguridad opresoras de Maduro en Venezuela es ilegal e inexcusable. Maduro y sus cómplices son los responsables directos de la seguridad de Zambrano”, indicó el Departamento de Estado.
Zambrano fue detenido por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional cuando se desplazaba en un vehículo por la inmediaciones de la sede de su partido, Acción Democrática, ubicada en Caracas.
Al negarse al salir del auto cuando fue detenido, fue trasladado con todo y vehículo en una grúa a la sede del Sebin en el Helicoide.
No habla de acción militar, a Trump no le interesa intervención
Sin embargo, aunque le hablan a Maduro de grave consecuencias, una posible intervención militar está lejos de ocurrir, según un artículo del Washington Post, que indica que aunque Donald Trump ha insistido en que para el caso de Venezuela todas las opciones están sobre la mesa, incluida la militar, al parecer, se trata de una amenaza que por ahora tiene pocos dientes.
Según el artículo, si bien Trump mismo fue de los primeros en plantear una intervención militar en Venezuela, ahora "no se está inclinando a ordenar ningún tipo de intervención, según dijeron dos funcionarios y un asesor externo", afirma el diario.
Al menos no una intervención militar clásica, como la que adelantaron en Panamá, que involucre tropas y/o bombardeos aéreos.
La nota, titulada Un frustrado Trump hace preguntas sobre la estrategia frente a Venezuela, sostiene que el presidente republicano cree que lo engañaron cuando le dijeron que remover a Nicolás Maduro sería una tarea fácil y cuando lo convencieron, la semana pasada, de que el régimen caería dado el supuesto acuerdo que se tenía entre la oposición y oficiales cercanos al mandatario venezolano.Trump, de hecho, estaría muy molesto con su Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, a quien atribuye buena parte del problema.
"No se está inclinando a ordenar ningún tipo de intervención, según dijeron dos funcionarios y un asesor externo"
"La insatisfacción del presidente se ha cristalizado en torno a Bolton y se queja de que se trata de una posición intervencionista que va en contra de su visión de que Estados Unidos no debería meterse en líos en el extranjero", dice el medio.
Ya circulaba desde la semana pasada el rumor de que el mismo presidente le viene diciendo a sus asesores y amigos que "Bolton lo quiere meter en una guerra".
Algo que no le interesa no solo por principios -se viene retirando de las guerras Irak, Afganistán y Siria pese a las recomendaciones de sus propios militares que le han pedido permanecer- sino por un cálculo electoral: no le interesa entrar a la recta final de su campaña de reelección habiendo, él mismo, iniciado un conflicto que va en contravía de sus promesas electorales.
Trump, dice el 'Post', también cree que sus asesores "subestimaron" a Maduro, a quien considera "un hueso duro de roer" e incluso ha comenzado a expresar dudas sobre el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.






