El equipo que promueve al presidente Leonel Fernández como candidato presidencial del PLD para 2016 trabaja a toda capacidad, y como hay muchos que antes fueron parte de ese equipo y hoy buscan volar con alas propias, ello está resultando en el surgimiento y brillo de nuevos estrategas, en aplicación clara del refrán que reza que “el que fue a Villa perdió su silla”. Es verdad, como comenta con insistencia el presidente Fernández, que “los compañeros quieren ir muy rápido”, pero no menos cierto es que en la nueva camada de dirigentes leonelistas hay unos cuantos que están dándolo todo pero no pensando en que “otros podrán retornar y encontrar sus puestos intactos”. De manera, que no se vaya nadie a creer aquello de que “el hijo bueno a su casa vuelve” y que muchos que estuvieron cerca del concón con El Príncipe y se han alejado por motu propio podrían retornar tan campantes como si nada hubiese ocurrido y encontrarán que le tendrán reservada su posición en el equipo. “¡Nooo, nooo papá, así no puede ser!”, me dijo con mucha vehemencia uno de los que está fajado de campana a campana por el retorno de Leonel. ¡Huuummm…!
Igual en el PRD
Igual situación ha de presentarse en el PRD, aunque con algunos matices un poco diferentes, razón –entre otras- por la que hay muchos que están reculando y volviendo a ¡posición anterior! Con respecto a subordinarse a la disciplina e institucionalidad del partido blanco, independientemente de que respalden o no al presidente de la agrupación. Una ventaja que Miguel Vargas Maldonado le ha llevado a sus rivales ha sido precisamente esa: la adjudicación, manejo y uso de los símbolos y emblemas del PRD, lo que cuenta en mucho para ciertas aspiraciones a candidaturas para posiciones electivas menores de las que estarán en juego en los comicios de 2016. Más vale camino real por vereda, han razonado los que no dejan su partido por más maripositas de colores que les puedan pintar. “Han perdido la competencia”, expresó Vargas Maldonado hace pocas horas…