No quiero con este artículo abrir una caja de pandora, ni mucho menos que sea la panacea al enfrentamiento público que mantenemos todos los series 81 a raíz de la encuesta que publicara Costa Verde DR.com sobre cual debería ser el personaje del año de nuestro pueblo.
Luego de leer tantas posiciones y reacciones encontrada entre mis compueblanos, en donde todos tienen razón, algunos más que otro, debo confesar que estoy seguro que lo que buscaba o busca Costa Verde DR.com con esto es lo contrario a todo lo que hemos leído.
A mi en particular me duele ver a mis amigos enfrentados entre sí diciéndose tantas cosas desagradables con las cuales sólo conseguimos herirnos unos con otros.
Manifiesto públicamente que como seres humanos tenemos derecho a disentir de los demás, a no compartir alguna opinión, y en muchas ocasiones hasta llegar a decirnos cosas fuera de contexto. Empero, lo que debemos todos en vez de enfrentarnos de esa manera es ponernos a una, y visualizar un evento que fortalezca el arte y la cultura de nuestro pueblo.
Ya decía en un comentario anterior que hace tiempo que el artista plástico Persio Checo y yo, siempre hemos hablado de crear un premio que sea otorgado a los riosanjuaneros más destacados durante el año en diferentes áreas.
Que muy bien ese premio se puede llamar “El Gran Gri-Grí”, en honor a nuestro icono mundial, Laguna Gri-Grí; o porqué no llamarlo “El Bonó”, en honor a Don Holguín Bonó; “El Persio Checo”, “El Confesor Mejía”, “ El doctor González”, “El doctor Perozo”, “El Pedro Duarte”, entre muchos riosanjuaneros meritorios que tenemos.
Que se escoja una comisión de personalidades de nuestro pueblo y que se unifiquen criterios y luego se proceda hacer una preselección de nombres meritorios para esa gala que se hará una vez al año, y que premiará a los hijos notables de nuestro pueblo que hayan tenido un destacado en las diferentes ramas dentro y fuera del municipio.
Hermanos, todos unidos, sin rencores ni diatribas y sin ofensas podemos tener nuestro Oscar, Grammy, Lo Nuestro o El Soberano Casandra Damirón… através del cual en una gran noche Río San Juan vea desfilar lo mejor de su talento y que de una vez por todas podamos sentirnos orgullosos del pueblo y los compueblanos que tenemos.
Dejemos atrás las reyertas públicas, las discusiones bizantinas estériles, que lo único que paren es odio, dolor, rencor y sobre todas las cosas, división en un pueblo que hace años que esa condición quedó en el olvido y que todos somos iguales. Blancos y negros, ricos y pobres.
Es por ello, que luego de vivir esta amarga pero real experiencia de la cual yo también formo parte, pues fui seleccionado por Costa Verde DR, distinción que agradezco, prefiero otro Río San Juan, el Río San Juan del pan de agua de Leocadio bien temprano, que antes de irme a la escuela mi abuela Isabel me daba con café; el Río San Juan del arroz con dulce de Margocita y Nina en la ‘bajaita del cine’; el de la rueda del “Chulon” y el Ministro en fiesta patronales; el de Molina y Vilo Corbino bailando en patronales; el del frío frío de Aurelio; el de los paquitos de Santana. Aquel Río San Juan que a las nueve y cuarenta cinco de la noche, Rafael “el zacateca” daba un aviso con la planta de la luz, para que todo el mundo cogiera su caja de fósforo, pues ya la iban a llevar; el de la carreta de mi abuelo Cira, Pablo Fricá, Mayía; el de los bloques de don Checho, el de la boruga de Juanito.
El Río San Juan que se azoraba cuando en la playa, los pescadores Pindin, Pingo, Chito, el difunto Hilario, y muchos más, traían un gran pez.
EN FIN UN RIO SAN JUAN tierno, humilde, pero sobre todas las cosas fuerte, unido; que el problema de uno sea el de todos y que los del pueblo sean los nuestros. Si podemos hacer todas esas pequeñas cosas tendremos la contra parte de Macondo.