La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.
Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben "leer" a los demás. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo.
Además, dado que los sentimientos y emociones son a menudo un reflejo del pensamiento, son capaces de deducir también lo que esa persona puede estar pensando.
No son pocas las investigaciones que corroboran que las personas que aprenden a gestionar sus emociones, y que experimentan empatía, son menos propensas a desarrollar comportamientos violentos que aquellas que no han tenido oportunidad de ponerla en práctica. ¿Qué es la empatía? Se dice que es una cualidad innata con base emocional favorecedora de las relaciones humanas y de la conducta moral.
También se le reconoce como la habilidad para identificar y validar los sentimientos de las personas que nos rodean, así como, comprender sus circunstancias y cómo éstas influyen en sus formas de actuar, como ya he dicho en los párrafos anteriores.
Fisiológicamente, es un mecanismo que inhibe la respuesta agresiva, ya que al percibir el miedo y el dolor de los demás, despierta en nosotros el deseo de reprimir, apaciguar y reconfortar a las personas que nos rodean. Dado los argumentos y entendiendo que las escuelas y demás centros de formación son espacios de muy alta vinculación, donde se aprende este tipo de conducta, es hora de que la población que no conoce lo mencionado, se relacionen con el concepto y lo utilicen de la manera correcta.