A través de la historia siempre nos han presentado a la madrastra, como un ser despótico, malvado, carente de sentimientos y sin empatía. Los cuentos de hadas, Blanca Nieves y la Cenicienta, nos traen un mensaje devastador para quienes en su momento les ha correspondido ejercer ese rol, el de madrastra.
La vida no se desarrolla en línea recta, por lo que siempre, habrá personas que actúen acorde a la visión que tengan de la cosas. Por eso encontraremos alguna madrastra, excelente en su papel de madres alternas y también a otras que por su formación y características, tendrán un comportamiento inapropiado con sus hijastros e hijastras.
Cuando me casé con mi actual esposa, hacen 32 años, le traje de regalo 7 hijas, con edades que oscilaban, entre 6 meses la más pequeña, un año la siguiente , hasta la mayor que tenía 9 años. Aunque en verdad esto no era lo más complicado, sino que provenían de 5 madres diferentes.
Estoy firmemente convencido que si hacen un concurso de la mejor madrastra del mundo, mi esposa ganaría sin competencia, lo cual quizás en ese momento no lo valoraba en su justa dimensión , pero ahora viéndolo a través del tiempo, si lo comprendo. Cada vez que había una oportunidad reunía a mis hijas, por días, semanas y hasta meses, bajo el cuidado de mi esposa.
Mis hijas crecieron, se casaron y ya me han dado 17 nietos y una bisnieta, pero nunca hemos abandonado la práctica de juntarnos y compartir por lo menos una vez al año. No existe nada más maravilloso que esa experiencia, es como volver al pasado y compartir como cuando eran niñas.
Con mi esposa solo tuvimos un varón, tiene 26 años y es abogado, por lo que es el responsable de continuar el apellido Estrella, todavía de esa parte no hay nietos, pero también vendrán en su momento.
Todas mis hijas quieren como una madre a mi esposa, la adoran, le piden consejos, son sus confidentes, la respetan y consultan. Eso sólo se produce cuando ha existido una relación basada en el amor por 32 años. Que madrastra se han gastado dicen mis hijas, según ellas la mejor del mundo.
Quise hacer esta breve reseña en honor a las madrastras, que como mi esposa, han sido un ejemplo de amor y buena influencia en la vida de otros seres humanos.
No todas son como la de los cuentos de Blanca Nieves y la Cenicienta, las hay maravillosas excelsas, sublimes, bondadosas y llenas de amor, como mi amada esposa, Isabel Bonilla.
