En esta ocasión hablaré sobre una de mis diversiones predilectas: Escribir. Quizás se presente como un artículo un poco cliché, típico de los que tenemos poco tiempo en este medio, pero es un tema que nace fácilmente de mis dedos cuando los poso en mi laptop. Después de todo, amo escribir. Es mi costumbre, placer y vida. Es lo que más amo, como algunos aman pintar o escuchar música, viajar, comer, u cualquier otro placer individual que hace a cada día un poco más colorido. Después de todo, la vida no es un paseo sencillo, y a veces el peso del deber puede hundirnos en el camino empedrado que caminamos paralelamente. Se necesita una chispa que encienda el fuego de nuestras almas al despertar.
¿Qué es escribir para mí? Más que un entretenimiento, es una forma de ver la vida, de manejar el estrés del día a día y colocar esas energías perjudiciales en palabras o situaciones imaginarias que frenen los pensamientos poco correctos. El escribir me enseñó a drenar, a calmarme. Es mi fuente de alivio, como para otros es el deporte. Las rabias del crecimiento, las peleas y los pésimos sentires se pierden con mayor rapidez cuando me concentro en plasmar vitalidad a las historias de mis pensamientos.
Descubrí esta actividad a temprana edad, quizás ocho o nueve años, cuando muchos de nosotros, ustedes incluidos, encuentran los primeros disfrutes individuales, los primeros orgullos y, por supuesto, las primeras caídas. Pronto se volvió un hábito el pensar cómo usar mí alrededor como escenario privado de mi particular forma de ver el mundo, a veces quizás abstrayéndose demasiado del particular, de mi alrededor.
En formas de drenar el exceso de pensamiento que llena mi cabeza, comencé a practicar cada día como escribir mejor. Se volvió un hábito estudiar la estructura de los libros que leía, la forma en la que utilizaban las metáforas para transmitir pensamientos, además de comprobar que historias me atraían más para seguir desarrollándome como escritor. El estudiar a los mejores para ser el mejor en lo que amas, es una recomendación que encarecidamente les ofrezco. La mariposa no nació hermosa y elevándose por los aires, sino que pasó una primera etapa de hermosa humildad y una tortuosa transformación que necesitó gran esfuerzo de su parte.
Gracias a la posibilidad de escribir, hoy puedo estar orgulloso de quién soy y a dónde voy. Tengo un sueño, un deseo dentro de mí que me esforzaré por hacer realidad. Es importante saber lo que a uno le apasiona, sin importar que las personas a tu alrededor se manifiesten contrarias o poco favorecedoras a tu forma de seguir. Sin importar sí te haces daño, dudas o pasas dificultad, es importante siempre recordarte que es lo que amas para ti. No es fácil, ni tampoco viene dado en un manual, pero el tener siempre guardado en tu corazón la chispa que te ayuda a levantarte cada mañana, hará tu vida una caminata bajo la luz del sol de primavera.