Nagua.- Falleció en la madrugada de este sábado la escritora y poetiza Silvia Antonia Aponte Santana, quien fuera la primera comerciante en el área de la hotelería y la primera mujer en obtener la licencia de conducir en el país. Tenía 97 años.
La señora Aponte Santana ostentaba a la hora de su muerte el rango de coronel del cuerpo de Bomberos, por lo que el Ayuntamiento Municipal declaró tres día de duelo municipal, el cual abarcará hasta el lunes próximo.
Aunque su orígenes vienen de la comunidad de Canca la Piedra, del municipio de Tamboril en Santiago, donde nació el 19 de diciembre de 1914, Doña Silvia se instaló en Nagua en el 1936, en donde junto a sus padres fundó en 1938 el primer colmado con un refrigerador.
En 1942 fundó el primer hotel en esta ciudad, establecimiento que a sus 70 años sigue funcionando; es el Hotel Restaurante Sinaí, uno de los más reconocidos a nivel nacional e internacional, por el servicio que ofrece a los viajeros bajo la administración de sus hijos Divina y Napoleón Aponte.
En 1955, la señora Aponte obtuvo su licencia de conducir, siendo este el primer permiso de esa índole en ser otorgado a una mujer en la República Dominicana en la categoría de motociclistas.
También fue la primera mujer en obtener una licencia de oncemetrista y radioaficionado, labor que utilizó a favor del pueblo en casos de emergencia. Además fue destacada por su labor como presidenta de la defensa civil por espacio 12 años, desde 1974 hasta 1986.
Una nota de prensa dada a conocer por sus hijo Napoleón y Divina Aponte, señala que a partir del 13 de mayo del año 1977 fundó el primer club de ciclismo de Nagua, posteriormente conocido como Club Ciclístico Silvia Aponte. Fue además presidenta de la Cruz Rojas, de la oficina de Turismo, y voluntaria auxiliar en Salud Pública, donde realizó una gran labor humanitaria a favor de los más humildes; organizó la rama femenina del cuerpo de bomberos de Nagua, retirándose con honores con el rango de coronela.
En el aérea de la literatura, lanzó su libro de poesías titulado Mis Poemas y Algo más, el lleva ya ediciones. En esta rama también fue pionera, pues fue la primera persona en publicar un libro de esa índole en Nagua.
Doña Silvia también se dedicó a auxiliar a los niños pobre que sus padres no podían comprarles juguetes. En principio lo hacía en su bicicleta, y después un jeep amarillo que también lo usaba para llevarles alegría a esos niños a su hogar. Fue también profesora en el evangelio en la Iglesia Metodista Libre de Nagua y la primera mujer en dedicarse a la venta de helados. Sus logros le ameritaron varios reconocimientos, siendo uno de los más recientes el otorgado el año pasado por el senador Arístides Victoria Yeb, que la reconoció como una de las damas sobresalientes de Nagua.
A la distinguida dama le sobreviven tres hijos, once nietos y 17 bisnietos, los cuales lloran y agraden a Dios y al pueblo de Nagua por haber acogido a su pariente de una manera especial.
El consejo de regidores del Ayuntamiento Nagua, en una sección de emergencia realizada este sábado, declaró el domingo y el lunes día de duelo municipal, poniendo la bandera a media hasta.
Los legisladores aprobaron a unanimidad una iniciativa del síndico Angel de Jesús López (El Compa). La resolución número 8/2012, fue aprobado por el consejo de regidores encabezado por su presidenta Taíra Batista, representando el lamento de todos los sectores de la sociedad nagüera.
El sepelio será este domingo a las 10 de la mañana en el cementerio municipal, y su cuerpo está siendo velado en la Iglesia Metodistas Libre ubicada en la calle Sánchez esquina Mariano Pérez.