Río San Juan.- Familiares del niño muerto trágicamente al ser arrollado por unos motoristas que iban a gran velocidad por la autopista Cabrera-RSJ, mientras huían de la Policía tras ser sorprendidos realizando competencias ilegales, planean demandar a los organizadores de dicho evento, según confiaron fuentes a este medio.
Domingo Alvarado, padre del menor y quien se encuentra internado en estado delicado en un hospital de La Vega por los golpes que recibió en el accidente, habría dicho a sus familiares que no dejen de moverse y que demanden al deportista Junior Salazar, a quien señalan como organizador de la competencia de calibración de motores que fue disuelta por la Policía justo cuando la misma se encontraba en pleno desarrollo en un tramo de la carretera Río San Juan-Gaspar Hernández.
Salazar fue uno de los detenidos durante la redada del domingo, y tras ser presentado ante un juez, debió pagar una multa antes de ser dejado en libertad. Las autoridades le aplicaron el Artículo 127 de la ley 241, que solo contempla el pago de una multa a quien la viole.
No obstante, según rumores, el propio Salazar habría dicho que la competencia había autorizada de manera verbal por el síndico Alberto Alonzo, versión que luego el propio Alonzo habría desmentido.
Sin embargo, el evento estuvo siendo promocionado con varios días de anticipación y según algunas personas consultadas, el aviso difundido por las calles del pueblo a través de una guagua anunciadora terminaba diciendo: “invita Alberto Alonzo, síndico”.
El trágico suceso ha causado gran indignación entre los residentes de Río San Juan, pues consideran un burla e irrespeto que la competencia se estuviera realizando justo 36 horas después de que las principales autoridades municipales reunieran el viernes para anunciar que tomarían medidas drásticas contra esta serie de acciones que tanta tragedia y daño han causado a la población.
Transcendió que el menor fallecido era el único hijo del profesor Alvarado y su esposa Amarilys, el cual habían procreado con gran dificultad, después de un largo tratamiento de fertilización.
La tragedia habría ocurrido cuando tras darse un baño, padre e hijo salían de playa Grande a bordo de un motor camino a su hogar en Abreu, y fueron arrollados por el grupo de motoristas que iban haciendo calibración a gran velocidad, lanzándolos a ambos al pavimiento, sufriendo la peor parte el niño, de apenas 6 años, cuya cabeza fue aplastada otro de los motoristas calibradores que se había quedado rezagado. El menor fue enterrado el pasado lunes.
A pesar de eso, personas consultadas dijeron que la tragedia pudo haber sido peor a no ser por la intervención de las autoridades, pues los motoristas andaban como locos a gran velocidad y calibrando sus motores por las calles del pueblo.