El profesor Juan Bosch usaba con mucha frecuente esa frase: "Murió como Chacumbele", pero no es original de él, sino que ocurrió en los años 40 en la Habana, Cuba, en el cual se ven envuelto tres personas.
José Ramón Chacón Vélez fue un joven que emigró desde un pueblo cubano llamado Santa Cruz con su perrita Lolita hacia la Habana, donde ingresó a un circo estadounidense como malabarista.
En el circo se enamoró locamente de una joven húngara, con la cual mantenía una relación sentimental. En un momento que realizaba su trabajo con su perrita Lolita, alcanzó a ver a su novia abrazada y besándose con un moreno norteamericano que trabajaba en el circo. Ante el impacto pierde el equilibrio y cae al piso encima de la perrita, la cual muere pero José Ramón Chacón Vélez, que había cambiado su nombre por Chacumbele en el circo, logra salvar la vida, aunque con múltiples fracturas.
Chacumbele regresa a su pueblo natal, donde cojo y sin habilidades ingresa a la policía local, pero nostálgico y deprimido, al poco tiempo en el parque del pueblo, saca el revolver y se da un tiro que lo mata enseguida. Mientras tanto su novia la húngara, retorna a su país y es apresada y llevada a un campo de exterminio nazi. El negro americano vuelve a su tierra natal, Mississippi, donde es secuestrado por el Ku Klux Klan –KKK- por enamorar una mujer blanca y quemado vivo.
Como podemos comprender el término Chacumbele es sinónimo de las decisiones erradas que puede tomar una persona en cualquier momento de su vida, es asumir posiciones carentes de toda lógica, las cuales contradicen su actuación y comportamiento histórico, en resumen es olvidarse de su real situación para lanzarse ellos mismos al abismo.
Nuestro amigo Fernando Fernández está actuando como Chacumbele, destruyendo una carrera política por un primer tropiezo, asumiendo un papel de crítico con un nivel de ataques y adversidad con el Presidente Danilo Medina, como si fuera su peor contrincante y enemigo político. En verdad que Fernando debe estar lleno de odio y resentimientos para adoptar ese papel de verdugo ante la opinión pública de quien siempre fue su amigo, hermano, protector y mentor político.
Cuando el Presidente nombró a Fernando Fernández al frente de Aduanas, sin lugar a dudas que fue la mayor sorpresa en el Partido de la Liberación Dominicana, porque no le reconocían los méritos para tan alta distinción. Para mi no fue una sorpresa, porque siempre lo vi al lado de Danilo, junto a Carlos Pared y Cesar Prieto, sus asistentes cuando era Ministro de la Presidencia, su equipo político de mayor confianza.
Danilo a pesar de las criticas de todos los sectores de la población y sobre todo a lo interno del PLD, lo mantuvo por 4 años como Director de Aduanas. Inclusive era un grito a voces que era considerado el funcionario con mayor nivel de rechazo no sólo en la población, sino entre los empleados y el PLD, por lo que si el Presidente se vio precisado a destituirlo fue por razones muy poderosas y que sólo él conoce.
Como es natural en estos casos, púes ya tenemos varios, los funcionarios con gran apego a las posiciones y que se llegan a creer que son feudos de su propiedad, cuando son movidos, siempre asumen un papel de victimas, pasando a criticar lo que ellos mismos realizaban, ser funcionarios prepotentes, inaccesibles y desconectados totalmente de la estructura partidaria.
Este es el mejor ejemplo para que muchos funcionarios que tienen un perfil parecido al amigo Fernando Fernández, entiendan que las posiciones gubernamentales no son personales, ni propiedad privada, ni feudos, ni colmados, ni fincas de nadie, sino posiciones transitorias, a donde usted debe ir a servir, contribuyendo de ésta manera con el Gobierno y el Presidente a fortalecer la institucionalidad en todos los ordenes.
En caso contrario podrá disfrutar de las mieles del poder por un tiempo, olvidándose de las grandes mayorías de la población, pero su destino al final, irremediablemente será el de morir como CHACUMBELE.