
Fernando Martínez
No soy un Miki Mena, ni un Tomás Troncoso y mucho menos Peter Gamons, el destacado cronista estadounidense; sólo soy un humilde seguidor de los deportes, específicamente el basket de la NBA y el beisbol profesional.
No obstante, hoy quiero referirme al joven Fernando Martínez, quien nos representó en el pasado torneo de beisbol de invierno, llegando hasta la final con su equipo Leones del Escogido y al cual ayudó notablemente a conquistar su cetro de campeón número 13 luego de una sequía de diez y ocho años.
Martínez, quien fue bombardeado por los medios de prensa tanto local como internacional, y ni hablar de los ecépticos de mi pueblo, que al parecer disfrutan más de una mala actuación de nuestro jugador que de una buena, sin importar si su bajo rendimiento obedece a lesiones o algún problema familiar. Simple y llanamente enfilan sus cañones cual soldado en guerra y tiran a matar sin saber que la víctima es parte de nosotros mismos, ya que fue aquí en donde este mozalbete, por que aun lo es, comenzó a enseñar su talento en la academia de Carlos Mejía.
Hoy Martínez, luego de culimar la serie final, le ha enviado un claro mensaje a sus detractors, tal y cual como dice un pasaje biblico: “sed ligero en escuchar, y tardo en hablar por que tus palabras se pueden convertir en un boomeran y volverse en tu contra”. Y es precisamente lo que acaba de suceder concluída la noche del jueves la serie final.
Martínez, que el año pasado debutó con los Leones del Escogido concitando la atención de todos los expertos y fanáticos debido a los múltiples elogios que en su joven carrera ha recibido, tuvo un destacada actuación como Novato, en donde compiló números impresionantes para un jugador novato.
Bateó alrededor de los .270, conectó seis cuadrangulares, empatando un récord de todos los tiempo, nada más y nada menos que con el otrora estelar de las Grandes Ligas, Pedro Guerrero, y además empujó 26 carreras, a dos del récord del propio Guerrero. Y aunque no obtuvo el título de Novato, su labor fue bien ponderada por los expertos de la prensa nacional y los dirigentes de los diferentes equipos.
En esta campaña Fernando comienza con una serie de problemas que no le permiten entrar en su punto, como fueron las lesiones y lo lento de su recuperación, sumado al impedimento de los Mets para que éste se integrara a tiempo con su equipo aquí. Ya en juego el sensacional novato empezó de manera lenta y esto unido a la falta de forma, ocasionó que el dirigente y los fanáticos comenzaran a dudar de él/
En la serie regular bateó placa de diputado, lo que lo relegó a la banca. Pero como dice un refrán, “lo que está pa’ti nadie te lo quita”. La lesión de Freddy Guzmán le abrió las puertas, sin antes ver cómo el dirigente colocó por encima de él a Víctor Méndez, un jugador que vio pasar su mejores tiempos.
Envalentonado Martínez, en el inicio de la serie final produjo con un largo la única carrera del Escogido. De ahí en adelante la gema de Río San Juan repartió palos por todos lados, terminando en la serie final con números que sólo los grandes lo han impuesto. Bateó .387, líder en ese departamento; lideró en hits con 12, co lider en empujadas con 6, en dobles con 3, y además impuso un record al batear de seis seis en un partido de 9 entradas, y aunque en los últimos tres partidos no produjo tan prolíficamente, de un relegado séptimo bate, terminó siendo el bateador de más respeto del Escogido, accionando de tercero, por encima Kevin Barker y Wladimir Balentien, quienes habían sido los dos pilares en la serie de semi fondo llevando al Escogido a la final.
Ahora díganme ustedes, un jugador que en su primera campaña en la pelota local pone los números que puso Fernando, digno de un novato del año y que los periodistas se lo otorgaron a Juan Francisco, jugador que el año anterior había consumido más de los turnos para competir por este premio.
En la pasada Serie del Caribe, en el papelazo que hicimos, el único juego que ganamos, lo ganó Fernando con un largo jonrón en su único turno. Y en la recien finalizada serie final, un jugador de la categoría de Santiago Casillas, quien salvó tres juegos, se le metió en el medio a Fernando para arrebatarle el trofeo del MVP que el nuestro tenía practicamente en sus manos.
Es Fernando merecedor de tantas críticas por algunos de sus compueblanos? O en cambio merece todos los elogios del mundo por representarnos a todos los riosanjuaneros; hasta el punto de hacernos vibrar al frente de nuestro televisores.
Esto como le llamarían ustedes? Pura coincidencia o mala suerte, que en dos temporadas como la que ha tenido Fernando, se le meta en el camino dos jugadores de esa estirpe. Francisco y Casillas.
Nos ladran sancho, señal de que cabalgamos, dijo El Quijote. Que manera de callar a los críticos y escépticos. Felicidades Fernando, llegó la hora.