Con inmensa gratitud les escribo esta nota para agradecer de todo corazón a cada una de las personas que me envió su felicitación tras el reconocimiento que me hizo el Honorable Adriano Espaillat, congresista de los Estados Unidos, por mi trayectoria en salud pública y periodística.
Hace 45 años que emprendí este camino de la comunicación: desde ese primer atrevimiento en 1980 con el periódico Mangle en mi querido pueblo de Río San Juan, pasando luego por el periódico Grí‑Grí y más adelante con Costa Verde DR. A lo largo de estas décadas he tenido la fortuna de contar con el apoyo y la confianza de tantos colegas, amigos, lectores y colaboradoras que me han acompañado en esta aventura.
Quiero hacer una mención muy especial para los periodistas William Jiménez y Alesandrini Bonilla, quienes han estado a mi lado, hombro con hombro, compartiendo la vocación, la búsqueda de la verdad y el compromiso con la comunidad. Su lealtad, profesionalismo y amistad han sido un pilar fundamental para mí.
En lo más profundo de mi convicción personal me veo como Prometeo: he querido “robar el fuego de la verdad” para dárselo a mi pueblo, a mi gente de Río San Juan, a toda la diáspora riosanjuanense diseminada por todo el globo terráqueo y a todas aquellas comunidades que requieren de una voz, de información honesta, de servicio y esperanza.
Este reconocimiento no es solo mío: es de todos ustedes que creyeron, que me alentaron, que se sumaron en algún momento. A cada uno de ustedes mi más sincera gracias. Continuemos juntos, con ese fuego que no se consume, con la mirada firme hacia la verdad, con el compromiso intacto.
Con afecto y gratitud profunda,
Ángel Arismendy La Paz






