En los últimos días, el tranquilo municipio de Río San Juan se ha visto envuelto en un torbellino de controversia debido a la actuación de las fuerzas del orden público, conocidas como los "Linces", durante un incidente en el barrio Acapulco. La indignación de la comunidad ha crecido ante lo que se percibe como abusos de poder por parte de quienes deberían protegerla. Sin embargo, entre el humo lanzado en ese barrio, se oculta una serie de hechos menos evidentes para el ciudadano común.
Resulta sorprendente que estos eventos ocurran en medio de una intensa campaña electoral municipal, donde las encuestas aún no han arrojado resultados definitivos y la popularidad del actual alcalde está en tela de juicio. Es importante recordar que durante este mismo período, las denuncias de delincuencia en el municipio alcanzaron su punto más crítico, lo que llevó a la visita del Director de la Policía Nacional y el Ministro de Interior y Policía. Sin embargo, sus promesas no fueron suficientes y la comunidad optó por un paro de labores.
Además, la creación de una narrativa alarmante por parte de un comunicador sobre la peligrosidad del municipio, nos hace cuestionarnos la fuente de esta alarma. ¿Por qué esperaron hasta el momento de las encuestas para llevar a cabo todo estos alborotos?
Es innegable que había que distraer la atención de alguna manera, y eso es precisamente lo que parece haber sucedido con el despliegue de gases en el barrio Acapulco.
Debemos recordar que al inicio de la campaña por la alcaldía de este municipio, cuando un candidato opositor dio inicio a los trabajos de remozamiento de una instalación deportiva, la situación tomó un giro inesperado cuando se escucharon disparos en las cercanías. Este incidente desencadenó una reacción exacerbada por parte de la alcaldía, lo que sugiere la posibilidad de que se haya buscado deliberadamente aplacar el efecto mediático positivo que el remozamiento de la instalación deportiva hubiera tenido.
Es importante destacar que el deterioro de la instalación deportiva fue ignorado durante muchos años por las autoridades municipales.
Pronto, muy pronto, conoceremos los resultados de la encuesta. Cuando se revele la verdad, anhelamos que al disiparse estos velos de confusión que han envuelto a nuestro pueblo, no perpetúen los males que ya hemos soportado.
Más bien, aspiramos a que podamos disfrutar de una renovada esperanza, como el aire fresco, salino y húmedo que se experimenta junto a nuestra hermosa Laguna Gri-Grí.