Quiero que me permitan inicial este escrito haciendo las siguientes interrogantes ¿Qué estás dispuesto hacer? ¿Estás seguro? ¿Estás listo?
Estimado amigo (a) hoy les estoy hablando con el corazón; es mucho lo que se ha hablado y escrito acerca de lo importante que es un cambio para el mundo o las personas que lo habitan, construir un lugar nuevo en el que todos vivan en paz y amistad, donde superemos las barreras, reparemos las divisiones y rechacemos la violencia y los prejuicios.
Entiendo que el cambio que necesitamos no debe ser solo de papeles y pactos entre grandes naciones; es un compromiso de todos, pero usted me corrige si estoy equivocado con lo que digo pero en mi sentir para cambiar el mundo no se necesita de grandes sacrificios, el camino es muy sencillo, cada ser humano como ser individual y lleno de amor para con los demás debe inicial de forma particular el cambio en sus propias vidas, actuando de una manera diferente.
Ahora bien, el joven como ser integrante de una generación distinta, donde el mundo se nos muestra nuevo, abierto a las propias experiencias, con las huellas de una generación anterior plasmada en la historia, en la cual la juventud tiene de su lado el juramento, la ilusión, un espectro con miles de opciones, teniendo sus propios impulsos y sistemas de operaciones totalmente diferentes a los anteriores, de actual y hacer las cosas de manera incomparable, para así lograr el tan anhelado cambio.
No debo dejar de mencionar que también como parte del compromiso de la juventud de construir una nación nueva, está rescatar los valores que aún están, solo tenemos que buscarlos, reaprendamos a valorar la vida, nuestras familias, la patria, los derechos humanos, nuestro ambiente, la política, la ética, la mora y la fe.
No solo motivar a los jóvenes de edad, si no también aquellos que lo son de espíritu, como mencioné anteriormente es un compromiso de todos. Es tiempo de emprender y enfocar nuestra mirada hacia el éxito, olvidarnos de la crisis y concentrarnos en las oportunidades para salir de ella.
Decir que no debemos centrarnos en palabras, hay que mostrar con nuestras acciones lo que predicamos, vivir confiados siendo atletas y jugar como un equipo, termino estas líneas citando una frase de uno de los hombres más intelectuales del mundo “Juventud juéguense la vida por grandes ideales”- Papa Francisco.