En relación a los procedimientos a utilizar para llevar hacia adelante los protocolos de las alianzas del Partido De La Liberación Dominicana con los componentes del Frente Progresistas, he venido notando la aplicación de erradas interpretación, unas por ignorancia y desconocimiento, otras por malicia política, pero ambas afectan la esencia en los cuales se fundamenta la unidad.
Lo primero que entiendo debemos comprender es que el PLD es el Partido que personifica la alianza y que la candidatura principal es la de Danilo Medina, no la que represente un aliado a nivel congresual o municipal. Desconocer este principio sería propiciar una gran confusión que generaría desorden, caos y anarquía en los trabajos políticos y electorales.
Por ejemplo los delegados siempre deberán ser del PLD, por ser el partido que representa la alianza y al mismo tiempo el partido que pertenece al candidato presidencial Danilo Medina, por lo que sin lugar a dudas los que tienen la mayor representación para defender en cada mesa los votos emitidos por sus seguidores, delegación que nunca podrá transmitirse a terceros.
Al mismo tiempo es fundamental que cada partido mantenga su identidad en los lugares que hay alianzas locales, sean congresuales o municipales, ya que cada partido trabajará para que los votantes marquen la casilla que ocupan en la boleta, el PLD lo hará para que marquen la casilla No 2 y los aliados la casilla que estén ubicados en la boleta.
Esto nos indica que en los lugares donde algún aliado represente la boleta congresual o municipal, deberá tener su equipo de campaña propio, lo mismo que hará el PLD, ya que a la hora de salir a buscar los votos cada quien solicitará que marquen su casilla, si en cambio se crean equipos conjuntos de trabajo, indudablemente se produciría una inevitable confusión, pues al visitar un ciudadano ambos optarán por solicitarle que su decisión vaya dirigida a su partido, sea al PLD a al aliado.
Además es importante que el partido aliado demuestre su real simpatía y el aporte que realizará al compañero Danilo Medina, porque no podemos permitir que el PLD no obtenga la casilla No 1 por disiparse sus votos entre partidos aliados, que al final se inflaman con votos peledeístas. Tenemos ejemplos irrefutables de esto que decimos, cuando en los últimos tiempos hemos visto descender la votación del PLD y aumentar la de los aliados, los cuales al separarse de la alianza descienden significativamente y se colocan a nivel de su real simpatía entre el electorado.
Nunca jamás olvidemos que somos peledeístas y aunque en momentos determinados realicemos alianzas coyunturales, importantes y necesarias para el triunfo electoral, pero al mismo tiempo, debemos entender y defender nuestra identidad partidaria, asumiendo el dicho popular que expresa: "Juntos pero no reburujaos".