El proselitismo político tiene varias aristas. El más efectivo es el que se hace en la calle. El presidente Danilo Medina lo sabe, y por eso a diario recorre el país para llegar a la gente y escuchar de cerca su sentir.
Aquí en Nueva York,sus representantes tienen un concepto y accionar muy distinto. Siguen renuentes a abandonar sus confortables oficinas o habitaciones y lanzarse a las calles a darse un baño de pueblo.
Creen que su práctica de una llamada telefónica con una declaración cliché a un programa de radio o televisión, o el escrito de loa personal de un “comunicador adepto” de la ahora prensa cibernética es suficiente.
Definitivamente, rehúyen lanzarse a las calles; le tienen miedo como el diablo a la cruz. Y las razones pueden ser varias: O hay arrogancia, o reconocen su incapacidad y falta de liderazgo, y temen ser cuestionados sin tener una respuesta adecuada, o simplemente no se sienten parte de la comunidad a la que él o los suyos buscan representar.
Me decía un amigo que la razón es que no tienen nada qué mostrar, pues le han incumplido hasta a sus seguidores más cercanos.
Puede ser, y en esa actitud están casi todos, candidatos y representantes, salvo muy escasas excepciones.
Aunque en la oposición es igual, solo Cirilo Moronta y Carlos Gómez, candidatos a diputados de ultramar por el partido Reformista, y Radhamés Pérez, de Alianza País, se mantienen en constante activismo.
Por lo demás es un descaro. Incluso,uno tuvo el tupé de irse de vacaciones por dos semanas a París en medio del proceso. Y a decir de los suyos, ese,que busca repetir y va encabezando la boleta del PLD, ha expresado que no necesita hacer campaña, que ya aseguró su triunfo dentro del partido.
Esa es la actitud que prima. Y me viene a la mente aquel día del lanzamiento de la campaña en la urbe. Decían sus cabezas que el presidente le había encomendado como misión principal ganar en Nueva York, plaza que perdió en el 2012.
Y yo pregunto, ¿con actitudes como esa, le están haciendo ese trabajo a Danilo?
Podrán alegar percepción, pero honestamente creo que no, que están echando por la borda la labor del Presidente.