Desde el proceso interno del PLD entre Gonzalo y Leonel, todos saben que he mantenido un discurso orientado hacia una vertiente unitaria, lo cual he sostenido hasta el momento, siendo mis artículos la mejor evidencia sobre este tema. En esa causa he estado acompañado en algunas circunstancias por algunas excepciones, la gran mayoría ha guardado silencio o simplemente no entiende el proceso político que estamos viviendo.
Desde un principio he entendido que las diferencias que produjeron la división y posterior derrota electoral del PLD, estuvo basada en cuestiones coyunturales, circunstánciales y de interpretación personal, no en cuestiones ideológicas. Por esa razòn soy de parecer que no es tan difícil el reencuentro y reunificación de la familia que tiene su origen ideológico, político y organizativo en el bochismo.
Si nos vamos a la historia y tomamos como ejemplo la división del Partido Obrero Social Demócrata Ruso en 1903, entre Bolcheviques lídereados por Lennin y los Mencheviques encabezados por Yuli Mártov. Una escision que estuvo basada en cuestiones ideológicas, lo cual fue magistralmente explicado por Lenin en sus obras: Que Hacer? Y un paso hacia adelante y dos hacia atrás.
Los bolcheviques y Lennin planteaban la revolución dirigida por el proletariado y los mencheviques al contrario que fuera encabezada por la burguesía liberal, lo cual implicaba una diferencia ideológica de fondo. Aún así ambas facciones se unen en la revolución de febrero del 1917 para derrocar al Zar, el adversario común prioritario de ambos.
Algo parecido ocurrió en China, donde Mao Zedong y el Partido Comunista esgrimían la tesis de la Revolución Democrática anti- imperialista y anti-feudal dirigida por el proletariado, mientras que Chiang Kal-Shek y el Kuomintang, establecían como objetivo una revolución encabezada por la burguesía. Esta diferencia ideológica no impidió que hicieran un frente común para enfrentar al enemigo común, el imperialismo japonés, a quien derrotaron en una larga guerra de liberación nacional.
Simplemente pongo estos ejemplos de cientos que pueden haber, para reiterar que no hay ninguna razón que pueda impedir la alianza PLD-FP, cuando las diferencias son prácticamente de forma, de interpretación y visión particular sobre diversos temas. Si alguien no coincide conmigo sobre esto, lo invito a que me demuestre las reales diferencias ideológicas entre ambas organizaciones.
Leonel Fernández, Danilo Medina y Temistocles Montás, fueron los ideólogos de producir la transformación del PLD, de un partido de cuadros, con una organización de células y círculos de estudios al estilo marxista, en una organización de masas, en una maquinaria electoral. Esa transformación ideada por esos tres estrategas fue lo que permitió que el PLD ascendiera al poder y gobernara nuestro País por 20 años.
Los 20 años de gobierno del PLD, tanto las 12 de Leonel y los 8 de Danilo, tienen la misma esencia política, las diferencias podrían estar en una cuestión de estilo, uno más dirigido a las grandes urbes y otros más cercano a las zonas rurales. Pero siendo más pragmático y menos fanático, los gobiernos del PLD tienen una misma base de sustentación, en los cuales hubo de todo, corruptos y oportunistas, como de igual manera los hubo en los gobiernos de Guzmán, Jorge Blanco, Hipólito, Balaguer y ahora en el gobierno del cambio.
El PLD debe definir su candidato presidencial entre varios aspirantes, si alguno de ellos en el futuro da los números para garantizar el triunfo en el 2024, podría ser el candidato de la alianza PLD-FP, pero sí quien da los números para hacer posible retomar el poder, es Leonel Fernández, entonces Leonel deberá ser el candidato de la alianza. Sólo si vemos la situación partiendo de la realidad y no de fanatismo, resentimientos y odio, las bases de ambas organizaciones podrán celebrar en el 2024, de lo contrario nos esperarán muchos años en la oposición.
Ojalá como dije en un artículo anterior, la luz refulgente de la sabiduría ilumine las mentes de nuestros líderes, para que sus decisiones vayan acorde al sentir de la gran mayoría de sus seguidores. Mao Zedong decía, que nunca un líder debe ir detrás de las masas, pero tampoco delante, sino que siempre debe marchar junto a ellas, a su lado, para poder interpretar correctamente sus deseos y anhelos.