La reciente alocución del presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), José Ignacio Paliza, resulta muy preocupante, nada tranquilizante. En cuatro minutos y cinco segundos, hablando sobre narcotráfico, vimos lo que ocurre dentro de su cabeza y del gobierno: muchísimas contradicciones, incoherencias y confesiones involuntarias.
Si ese discurso fue lo mejor que el PRM puede ofrecer, ¿cómo llegaremos al 2028?
Paliza empezó usando “lenguaje inclusivo”; habló de “todos y todas”; terminó despidiéndose de “todos”; olvidó a “todas”. Ser un mal simulador no necesariamente lo hace honesto.
Se contradijo: atacó a la oposición, luego aseguró que “la lucha contra el crimen no es política, es moral”. Me asusta que un político apele a la “moral”.
Paliza presentó al PRM como víctima, los delincuentes “accesaron a nuestra organización”. ¿“Hackearon” la contraseña? El caso de la diputada oficialista de La Romana, Jacqueline Fernández, cuyo esposo fue extraditado, desmonta ese argumento.
El exsenador de La Romana, Iván Silva, dijo que advirtió sobre la situación de Fernández, pero lo ignoraron.
“Se lo dije a Paliza, este asunto puede explotar en cualquier momento, no le importó, a Luis (el presidente Abinader) tampoco le importó”, dijo Silva.
Paliza llamó a los narcotraficantes a “entregarse, porque tarde o temprano… caerán”, presos o abatidos, eso trae recuerdos asustantes, sangrientos. El presidente Abinader llamó a “Kiko la Quema” a entregarse; no obedeció. Lo mataron.
A quienes Paliza llama a entregarse, ¿se entregarán, los matarán, o ellos intentarán matar primero”? ¿Habrá ejecuciones y balaceras callejeras?
¿Por qué Paliza, un político, discute temas policiales, adelantando que habrá más arrestos y extradiciones?
Su confesión: “Estamos obligados a seguir reforzando nuestros procesos internos”. Es involuntario: “estamos obligados”. ¿Rompen compromisos? ¿Quién los obliga?
“Coincidencialmente”, Paliza pronunció su discurso/advertencia/llamado, antes de que llegara al país el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, a coordinar la “Guerra” contra el narcotráfico.
En cuatro minutos, cinco segundos, Paliza, el presidente del PRM, no pudo mantener la coherencia. Es ilusorio pretender que su partido gobierne coherentemente otro cuatrienio, le quedan casi tres años, serán absolutamente desconcertantes.





