En toda actividad emprendida con fines de desarrollo empresarial, comunitario, deportiva, personal, etc., hay que contar con un elemento fundamental como es la "gerencia", lo que defino como un cúmulo de experiencias ante situaciones surgidas en el camino hacia el desarrollo de una posición tomada para lograr escalar y mantener un desarrollo sistemático y ascendente ante los retos de hacer prosperar una empresa o entidad cualquiera.
Es la disciplina, columna vertebral para una exitosa gerencia, lo que me trae a la mente una expresión japonesa que dice: "tarde o temprano la disciplina vence a la inteligencia".
Se suman también la perseverancia y la tolerancia. Decía el sacerdote Antony De Melo, "la tolerancia es base fundamental para las buenas relaciones humanas".
La ausencia de liderazgo nos está llevando al derrotero como oveja al rebaño. Es notoria la apatía de jóvenes en insertarse en los retos que ésta sociedad nos trae, muchas veces por sugerencias de sus padres, que lo dan todo por perdido, como también el desinterés a los problemas sociales, haciéndose la idea de que no son partes de ellos, pues ya esos jóvenes solo quieren las cosas fáciles.
Por otro lado noto la falta de orientación, viendo tantos jóvenes con una visión de caballo cochero y manipulados por el sistema y el resentimiento social.
La vida misma es un antagonismo, pues así como hay un nervio que acelera el corazón, hay otro que lo frena.
Ya lo dijo un famoso político, las clases no se suicidan y debemos adecuarnos a los nuevos tiempos, pero aunque el proceso se nos retarde, es mejor la estática que el retroceso.
Jóvenes, en muchas situaciones de la vida debemos dejar el corazón a un lado y usar más nuestro cerebro, pues actuar con ímpetu y euforia, nos puede retardar un proceso.
Los que me conocen saben que siempre he tenido el mismo discurso para los problemas de estancamientos en que se encuentra nuestro Río San Juan, y no es más que la unidad que tanta falta nos ha hecho.
Debemos agruparnos con personalidad jurídica, con domicilio jurídico, sin clientelismo ni protagonismo, donde sólo prevalezca el debate de ideas, para tomar las más acertadas y adecuadas en bien de nuestra comunidad y así exigir las reivindicaciones que nos pertenecen. Solo así lograremos un verdadero despegue hacia el desarrollo de nuestro adorado Río San Juan, que tan olvidado y abandonado lo tenemos todos.
No cifremos nuestras esperanzas en torno a una simple entidad, hagamos nosotros una gran entidad con la fuerza de la unidad hacia un objetivo común, sin darle cabida al clientelismo que tanto daños nos ha hecho y nos sigue haciendo.
A través de los años me he dado cuenta que sigue siendo más de lo mismo, por lo que entiendo debemos de darnos la oportunidad de como pueblo, buscar unidos nuestro desarrollo. Los ejemplos están por doquier, por tanto, iniciemos con una real unidad ante los males que nos aquejan, pero con una visión lógica, no basada en resentimientos personales de una minoría.
"Quien tenga oídos para oír que oiga y quien tenga ojos para ver que vea".