Para nadie es un secreto que para hacer los cambios necesarios que hay que hacer en el país los jóvenes tendrán que jugar un rol importante en el accionar político.
Con pena veo una sociedad política gastada, rancia, y la mayoría sumida en el descrédito tanto moral como social.
Los políticos han tenido que inventar mesías falsos, con historias elaboradas de un antes y un después, exhibiendo en el antes una pobreza extrema y en el después un extremo crecimiento y fortuna que no resiste investigación y mucho menos un buen experticio judicial con seriedad.
Es ahí donde tendríamos que intervenir como sociedad, persiguiendo estos actos indecorosos, corruptos ante toda vista, pero de ninguna manera comprobable, pues los que hacen justicia hasta eso han decidido, cómo hacerla.
Los jóvenes son la esperanza, pues más lejos del mareo político y clientelismo que mantiene a muchos siendo tontos útiles para determinados momentos en el que son usables y desechables.
Yo creo que ya están incursionando en política seria, y decididos a que aquellos que se han repartido por décadas el erario público entre viajes amantes y villas, nos rindan cuentas y lo piensen antes de tomar dinero del pueblo.
Escribo esto muy indignado, pues cuando veo a candidatos repartiendo de todo en esta pandemia con el mismo dinero del pueblo, el mismo dinero de los fondos de pensiones de los trabajadores dilapidados entre diputados y senadores para comprar voluntades en medio de una crisis letal. Me da rabia, porque quién se niega a tomar un vaso de agua en medio del desierto?