En esta Navidad aproveché el tiempo libre para ver por Netflix las 6 temporadas de la serie " La Lista Nagra”. La cual te atrapa y cautiva, manteniéndote en constante suspenso. Mucha calidad, excelentes actuaciones y mejor dirección.
El protagonista de la serie es Raymond Reddington, el fugitivo más buscado por el FBI, quien en un momento se entrega a esta entidad para convertirse en un informante de ella. Raymond hace esto con la finalidad de proteger a Elisabeth Keen, una joven agente recién integrada como perfiladora del cuerpo de tarea del FBI. La condición que puso Reddington fue la de que le otorgaran inmunidad y de que sólo hablaría de sus casos con Elisabeth Keen.
Reddington tiene un imperio que lo ha creado en base a crímenes, extorsiones, robos y tráfico de todo tipo. Tiene su jet privado, su clínica, casinos, una red para traficar en todo el mundo con tentáculos en todas partes. Su acuerdo es ir entregando a través de Elisabeth los nombres de los criminales y mafiosos que tiene en su lista negra, los cuales están fuera de alcance de las autoridades.
Al final nos llevamos la sorpresa de que Reddington es un impostor de origen ruso, llamado Ilya Koslov, ya que el verdadero Raymond era un agente norteamericano, que tuvo un romance con una agente rusa llamada Katarina Rostova. Tuvieron una hija, Elisabeth, quien con 4 años de edad mata a Reddington en un accidente. El agente ruso Ileva toma la identidad de Reddington, para salvar a su amiga del alma Katarina, perseguida por la KGB y la CIA. Katarina le da todos los detalles sobre Reddington y con varias cirugias Ilya toma su identidad. En 30 años el impostor crea su imperio, convirtiéndose en el fugitivo más buscado del mundo, hasta que se entrega al FBI para proteger a Elisabeth como le había prometido a Rastova.
El impostor Redington es un pintoresco personaje, muy inteligente, con un discurso persuasivo, alegre, siempre de buen humor, protector de todos los que están bajo la sombrilla de su imperio. Es buen amigo y solidario con quienes le son leales, pero implacable con los que lo traicionan.
Raymond en un momento que Elizabeth le pregunta cómo ha podido mantener ese imperio basado en la mentira, le responde que lo ha logrado porque nunca le ha perdonado la vida a nadie que haya cruzado la línea traicionándolo. Su lema es que quien cruza la línea no puede seguir viviendo.
Reddington vive con opulencia, con todas las comodidades que puede darse cualquier multimillonario, siendo adicto al glamour y la buena vida. Aunque también cuando en un momento su imperio colapsa por la traición de su persona de confianza, lo toma con calma, disfruta su pobreza momentánea, no pierde su buen humor, hasta que reestablece su poder.
Es el tipo de filme donde el público simpatiza con el malo, goza de sus ocurrencias, aplaude cuando sale de todas las dificultades. Es un héroe delincuente que nos cautiva y hasta nos hace que simpaticemos con él. Reddingtong es cruel con sus enemigos, pero excelente amigo y protector de los débiles.
Llega un momento que todo lo que promulga como algo sagrado en relación a la traición tiene que ponerlo en una balanza. Su protegida Elisabeth Keen cruza la línea y lo entrega a la policía buscando respuesta sobre Raymond. Cuando éste se entera de quien fue que lo traicionó, se le parte el corazón, sufre y se deprime, pero su amor era tan grande que por primera vez alguien que lo traiciona se libra de ser asesinado.
Para mí esta serie tiene dos mensajes fundamentales, el primero es sobre la importancia de la lealtad hasta para los criminales, quienes perdonan cualquier otra cosa, pero jamás esa. El segundo mensaje es sobre el poder del amor, que por peor que sea un ser humano, cuando ama de verdad es capaz de perdonar. Los bajos instintos sucumben ante la fuerza del amor.
La Lista Negra se fundamenta en que la lealtad es algo inviolable, de honor, de principios, por lo que cuando alguien cruza esa línea, ya las cosas jamás serán iguales. Al mismo tiempo nos establece que sólo la fuerza del amor puede vencer ese principio e imponer los valores que llevan al perdón.