Desde mi óptica creo que se perdió una gran oportunidad con la visita del Señor Presidente a nuestro olvidado Río San Juan.
¿Por qué? Porque no se hicieron planteamientos precisos y dirigidos a los tantos problemas que nos aquejan.
Tenemos algo más de dos meses sin agua potable, que si bien es cierto es producto de las recientes inundaciones en la zona, no es menos cierto que ante la magnitud del problema, el Presidente hubiese dispuesto la pronta puesta en función de ese servicio.
Pero me voy más lejos, se debió de plantearle al Presidente los estudios ya realizados y que arrojan condiciones favorables para que Río San Juan tenga un acueducto por gravedad.
Del problema energético tampoco se dijo nada. Al presidente se le debió de hablar llano y claro de las trabas que hay en nuestro municipio para el desarrollo turístico y/o urbanístico. Nuestros caminos vecinales un desastre.
Al igual que otros pueblos, RSJ necesita un INAIPI (antiguo CONANI); un bulevar dentro del pueblo, remozamiento del área de la Laguna, en fin, no se hizo nada.
Pero lo peor de todo es que vi a un presidente preocupado por resolver problemas, pues esa inyección de mil millones de pesos al Banco Agrícola y mil quinientos más a través del Banco de Reservas y la disminución del interés de préstamos, de un 10% a un 8%, es una muestra más que fehaciente de las buenas intenciones del presidente.
Creo que el sector agropecuario debe de estar más que complacido y admiro la habilidad del cura que sí supo aprovechar el momento de la bendición para hacer su petición, el sí fue objetivo en su planteamiento.
Jehová Dios Padre, hasta cuándo?