NUEVA YORK.- El Museo Metropolitano de Arte, el cual es visitado diariamente por entre 30 y 40 mil personas de distintos países, puso en su colección permanente una tambora y una güira donadas por el Consulado General de la República Dominicana, durante una ceremonia encabezada por el cónsul Félix Antonio Martínez.
En representación del director del Museo Metropolitano de Arte, Thomas P. Campbell, recibieron al cónsul Martínez el director del Departamento de Instrumentos Musicales, Kenneth Moore, y el musicólogo de origen ecuatoriano José Ovando, asesor de instrumentos afroxivaroantillanos.
Martínez agradeció a nombre del Gobierno del presidente Danilo Medina, que los ejecutivos del referido Museo hayan incluido para sus exhibiciones la tambora y la güira, objetos que “identifican nuestra cultura, particularmente en el ritmo de merengue típico”.
Dijo que tan pronto fue informado por la vicecónsul Sobeira Durán, directora de Cultura, sobre los trámites que se habían hecho para ser incluidos dichos instrumentos en la Colección, impartió instrucciones para que los mismos fueran agilizados “y ya podemos decir que la República Dominicana hace historia en el género musical en Estados Unidos y el mundo”.
Asistieron funcionarios del Gobierno, entre ellos los embajadores alternos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Frank Cortorreal y Luis Lithgow, la encargada administrativa del Consulado, Felicia Rosario; los vicecónsules David Cordero y Baltazar Figuereo, así como el empresario Rudy Fuerte, el concejal Ydanis Rodríguez y Orquídea Taveras, consultora de desarrollo estratégico.
Moore y Ovando explicaron que la tambora de herencia africana y la güira heredada de los tainos donadas por la República Dominicana, serán mantenidas en vigencia perennemente y también con su cuerpo educacional para que los visitantes del Museo puedan recibir detalles sobre su origen y uso.
En la Galería de Música del Museo Metropolitano de Arte hay otros instrumentos musicales, entre ellos “Tambores Batá”, usados en santería en Cuba y Puerto Rico; un “Timbal” hecho en El Bronx, y un “Pandero” que fue traído de Puerto Rico.
La tambora y la güira dominicanas fueron sometidas a una cuarentena, de acuerdo a las normas establecidas por el Museo, para presentar ambos objetos en las exhibiciones y rotaciones de instrumentos musicales.
El Museo, localizado en la calle 82 con la Quinta Avenida, fue inaugurado en 1872 cuando Robert Lee Jenkins donó su colección privada y desde entonces ha ido incrementando su colección hasta los más de dos millones de objetos.
La presencia de la comunidad dominicana que cada día es más numerosa, estimada en más de un millón de dominicanos en Estados Unidos, y la historia de su cultura, fueron dos de los importantes factores que llevaron al Museo a interesarse por la inclusión de la tambora y la güira dominicanas en su Colección de Instrumentos Musicales.
Merengue típico en el museo
Por primera vez el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York se convirtió en escenario de baile cuando al escuchar la mangulina “Por Allá por Guayacanal”, tocada por músicos dominicanos con güira, tambora, acordeón y saxofón, Moore y Ovando invitaron al cónsul y a sus acompañantes a bailar.
“Me siento alegre, contenta de que nuestro ritmo patriótico, que nos identifica como dominicanos que somos, se esté poniendo en alto en Estados Unidos, así que no debemos dejar caer nuestro ritmo y tenemos que continuar nuestras tradiciones como el merengue típico”, dijo Miguelina Cabrera, nativa de Loma de Cabrera, mientras hacía sonar la tambora que también fue tocada por Joan Mets.
En medio de la alegría y el júbilo por la inclusión de la tambora y la güira en la Colección de Instrumentos Musicales del Museo Metropolitano de Arte, los presentes—incluyendo los funcionarios del Museo- bailaron otras piezas musicales, entre ellas una
mangulina y un pambiche.
Se presentó un documental producido por Angelis Suarez que recoge la historia del merengue en el cual intervienen el periodista Luis Eduardo Lora (Huchi) y Rafael Chaljub Mejía, quienes ofrecen sus versiones sobre el origen del merengue, especialmente el perico “ripiao”; Luis y Marino de León, respectivos artesanos de la tambora y la güira; la guionista Martha Checo, José Miguel Mejía, y Jahnna Tavarez; así como los artistas Johnny Ventura, Juan Luis Guerra, Milly Quezada, Toño Rosario, Kinito Méndez, El Prodigio y otros que participaron en la producción musical “¡Que viva el merengue!”. El film fue entregado al Museo.