Paso balance a la gran tragedia: el sorpresivo derrumbe de un techo sobre más de
setecientas personas; el doloroso aplastamiento de más de quinientos muertos y heridos; la
irresponsabilidad de una empresa que nunca reportó a las autoridades sus sobrecargas en
dicho techo; la irresponsabilidad de esas mismas autoridades, que no supervisan los
inmuebles comerciales que acogen a millares de personas…(Pero nada supera el detalle
más conmovedor, el de las dolientes lágrimas del general Juan Manuel Méndez, director del
Centro de Operaciones de Emergencias, en un país de generales insensibles ante el dolor
ajeno).
