
Juancito Canaán es muy conocido por sus bromas y actividades en su natal Río San Juan.
Quién en Río San Juan no conoce a Juancito Canaán; persona trabajadora, comerciante, buen padre, pero sobre todas las cosas, uno de los grandes deportistas que ha tenido nuestro pueblo. Un dirigente deportivo tanto de béisbol como de softbol.
Juancito es lo que podemos decir una leyenda en nuestro pueblo, ya que ha servido a nuestro pueblo de varias manera: como propietario de líneas y rutas de guaguas, tanto a Santo Domingo como a Santiago. También fue uno de los pioneros en organizar giras al
Estadio Cibao en los años ochenta, en la época de Eusebito, Jacobito y otros.
Empero, no es de esas virtudes que quiero compartir con ustedes sobre Juancito, sino, de una virtud que le acompaña, su gran sentido del humor, el cual todos los que jugamos bajo su tutela podemos corroborar. Resulta que Juancito últimamente está radicado en la capital, en donde reside con su hija Juani y su yerno Fausto, junto a los cuales opera una ruta de queso, el cual vende por toda la capital.
Pero muchos sabemos también que Canaán es loco con las bancas de apuesta de pelota. Nos cuenta Juancito en la tertulia que hacemos a diario frente a la Oficialía en mis momenticos libre, en donde él, Rufo, La Lepra y par de los muchachos nos juntamos a comentar la actualidad social, deportiva y municipal, de la broma que le jugó a un pariente del ex sindico Antonio Martínez un día que andaba regando quesos en compañía de su yerno Fausto por los predios de Los Mina.
Cuenta que luego de concluida dicha faena le dice a Fausto que ubique una banca de apuesta, ya que los juegos ese día eran temprano y él quería hacer su octaveta como de costumbre. Fausto se detiene en una banca en donde inmediatamente Juancito procede a buscar su pitcheo para ver la línea y analizar su jugada. En dicho local había un tumulto de personas, como de costumbre; Juan avista un rostro conocido el cual al pasarle por el lado, como que lo ignora; o sea, aparentemente no le conoce. Canaán vuelve para comprobar si es que la persona, por lo concentrado que está, no le ha visto pasar otra vez.
Pero vaya sorpresa. el hombre le mira pero no dice nada; en eso Juancito Canaán se le acerca a su yerno y le dice ven para que vea como se le hace a un campesino que por que vive en la cuidad no conoce su compueblano.
Fausto le acompaña por los predios de la persona, y entonces Juancito dice en voz alta: “Fausto, tu no sabes que en Río San Juan se metió un maremoto, por ahí por la casa de Ismael Alonzo y acabó con la casa de los Frómeta, la de Cacú, y donde hizo más daño fue en la casa de la difunta doña Simona y Julio Martínez, ahí se llevó todo”.
El hombre de inmediato volteó para donde estaba Juancito y su yerno y con cara de asombro le mira fijamente y le dice ‘pero tu no eres Juancito Canaán?, a lo que éste le contesta con su peculiar estilo… “ah, me va a conocer, ahora es que me conoce… si soy yo Juancito el que vendía pescado con Agripìno en un jeep en Puerto Plata a diez chele la libra”.
Fue entonces cuando ambos entablaron una conversación nostálgica de nuestro pueblo en donde el pariente del ex síndico pudo darse cuenta de que fue una broma de Canaán, mientras su yerno Fausto le miraba seco de la risa, como diciendo ‘este suegro mío nadie lo cambia’.
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* Las personas se han identificados con sus apodos por que asi es que se les conoce en RSJ. Las casas citas se encuentran en la calle Padre Billini, en la parte baja que desemboca al mar.