Ya está a punto de iniciar en su mayor esplendor en la República Dominicana uno de los eventos más esperado por los dominicanos. Y digo en su mayor esplendor, porque todo el año en este país hay actividad política.
La política es algo que ha calado tan profundo en los dominicanos que hasta los niños participan en éstas actividades, resultando hasta digno de admiración cuando algún niño de muy corta edad puede expresar un eslogan referente al político de la preferencia de sus padres.
Otro aspecto importante de ésta actividad es la guerra de las informaciones, nos hacemos verdaderos escudriñadores de informaciones y las damos como valederas sin importar las fuentes de donde vengan. Pero es que más que dar la información lo que buscamos es el respeto de los demás por ser personas que manejamos la información.
No me explico cómo el dominicano se conoce tan rápido toda la vida de los políticos y hasta llegamos a decir del lado que tal político duerme en su cama.
Sabemos de los gustos y preferencias de un político como si hubiésemos convividos juntos toda una vida. Algunas veces se da el caso que ese político vivió a quince casa de la nuestra y frecuente que digamos: no me digas tu a mi, que fulano y yo fuimos vecinos y criados juntos.
por otro lado, hay individuos que están desempolvando gorras, camisetas, afiches, etc., que fueron de elecciones de hace ya varios años. Pero es que en ese grupo entran los que anhelan la llegada de las actividades políticas proselitista, porque comen y beben de forma gratuita.
Es indiscutible que la actividad política en RD es muestra mayor fiesta carnavalesca. Pero así somos y difícilmente que cambiemos, pues ya la política es parte de nuestra cultura.
A los que nos ha tocado vivir en países desarrollados podemos notar la gran diferencia en las actividades políticas, pues la mayor propaga política que he visto en EE.UU es rara vez unos cuantos individuos, no más de diez, parados en una esquina con una pancarta de su líder, así como algunos estiquers en los carros.
Pero así somos y debemos de querernos así y aunque agrio, pero es nuestro vino. Solo puedo decirles que no olvidemos que somos dominicanos y que todos somos hermanos y como dije, no está demás que le busquemos el lado amable y jocoso a las actividades políticas y no nos tomemos nada personal.
Que gane por supuesto el que el pueblo elija, no queriendo decir con esto que el elegido sea el mejor.
Buena suerte a todos los aspirantes.