Albert Einstein fue un científico que se adelantó a los tiempos, porque cuanta razón tenía cuando expresó, que cuando la tecnología se adelantará a la humanidad, íbamos a tener una generación de idiotas. Es posible que Albert no tuviera la más mínima idea de cuando esto se iba a producir, pero sí estaba seguro que tarde o temprano ocurriría, por lo que a ésta generación lo ha tocado la oportunidad de experimentar ese vaticinio del genio Einstein.
En verdad que las redes sociales han revolucionado el mundo, haciendo inconmensurables aportes en todos los terrenos, convirtiéndose en una herramienta de empresarios, estudiantes, profesores, profesionales y políticos, para lograr objetivos que de manera manual sería imposible, pero al mismo tiempo se ha convertido en un instrumento que de no manejarse apropiadamente, puede producir infinidad de daños, que van desde el aislamiento hasta la mecanización y embotamiento mental.
Las redes usadas de manera inadecuada pueden afectar las relaciones familiares, de parejas, laborales y de simple amistad. Por lo que las estadísticas nos están dando unos resultados alarmantes, cuando las personas se hacen adictas a las redes, produciendo problemas laborales con muchos despidos por esta causa, dificultades en las relaciones familiares que han incrementado el índice de divorcios, desmotivación académica en los jóvenes y separación afectiva de relaciones amorosas y de amistad.
Nadie puede negar la importancia de las redes, hacerlo sería negar el avance inevitable de la sociedad, la tecnología y la modernidad, pero permitir que se convierta en una adicción, en un apego que domine nuestra mente puede producir efectos negativos de tipo psicosomático, aumentando la ansiedad, los desordenes de la conducta y hasta la depresión y en grado extremo el suicidio.
Es posible que alguien pueda decir que estoy siendo alarmista y que estoy exagerando en mis apreciaciones, pero entiendo que estoy en lo correcto, siendo esta posición el resultado de muchas experiencias, tanto de relacionados, como de mi caso en particular. Mi conclusión al respeto es que cuando permites que tú mente sea dominada o controlada por algo externo, entonces se convierte simplemente en una adicción, igual a cualquier otro apego, pero de consecuencias más nocivas y peligrosas.
En mi caso particular tome la determinación de ausentarme de fb, que es el medio que utilizo, lo cual me ha dado excelentes resultados, ya que a partir de ese momento me siento mas tranquilo, con mayor paz y mis relaciones familiares de inmediato han mejorado, dedicando además más tiempo a la lectura, que es en realidad lo que disfruto con mayor placer.
Debo reconocer que sin darme tiempo me había convertido en adicto al fb, a cada instante estaba revisando el celular, tenía dificultad para concentrarme y la calidad de las relaciones familiares con mi esposa e hijos había disminuido. Con esto no le digo a nadie que abandone las redes, simplemente les hago una advertencia, para que comprueben si son adictos, o simplemente lo usan como un mecanismo de entretenimiento e información.
Lo importante es que ni las redes ni nada domine nuestra mente, porque sencillamente los daños aunque en principio imperceptibles, con el tiempo pueden convertirse en catastróficos. Los invito a hacer una prueba por unos días sin redes y estoy seguro que notaran de inmediato los resultados. Inténtelo, no perderá nada, pero podrá percibir algo que sólo es posible realizando este experimento.
Finalmente a los amigos que me quieren, que reconozco que son muchos y que tienen comunicación conmigo por WatsApp, que por favor no me envíen conversaciones ni comentarios emitidos en las redes. Adoptare el principio de Buda que dice que si te envían un regalo y no lo recibes, no existirá la cólera ni la perturbación, porque al no recibirlo éste vuelve a su destinatario original.
Claro que jamás negaré el derecho que tiene cada quien de expresar sus criterios y puntos de vista, pero también nos reservamos el derecho de aceptarlos y por lo tanto de devolver el regalo. Aunque esta decisión no es específicamente por nada en particular, es una determinación para romper con el apego y dependencia mental de las redes, si usted no tiene esa dificultad y puede estar en las redes sin dejarse dominar, les deseo suerte y éxitos por tener esa cualidad de tan incalculable valor.