Todos los que nacimos en la generación de los 50,60 y 70, sin mucha dificultad podemos llegar a la concusión, de que el mundo cada día se va convirtiendo en más conservador e inclinado hacia la ultraderecha. Conquistas que la humanidad obtuvo a través de luchas consistentes y desgarradoras, se han ido perdiendo, volviendo a su punto original.
Todo el siglo XX fue sacudido por jornadas protagonizadas por diversos sectores, que incluían luchas por reivindicaciones laborales, por los derechos de las mujeres, en contra de la discriminación racial, por la inclusión, la libertad de expresión y cultos etc. Todos los derechos logrados en el siglo pasado y lo que va de este siglo, están siendo lanzados al zafacón de la historia.
Pero lo más extraño es que entre los más fervientes proponentes y defensores de esas ideas extremistas, están sectores pertenecientes a las nuevas generaciones. Algo insólito pero real, es observar a personas relativamente jóvenes, con ideas tan arcaicas y retrógradas. Es indiscutible que estamos retrocediendo.
Los que vivieron la época de los 60 y los que vivimos la de los 70, donde los valores revolucionarios y patrióticos, tenían como eje fundamental la lucha ideológica, anti-imperialista y por la libertad, observamos atónitos, como todo eso se ha desvanecido. Ahora ser patriota, es identificarse con un discurso de odio racial, discriminatorio, en contra de las minorías, conservador y populista.
Al parecer los de extrema derecha de ayer, son los "radicales revolucionarios" de hoy y los que albergaban ideas progresistas y revolucionarias de ayer, son catalogados de traidores a la patria en la actualidad. Solo los que hemos vivido en las dos etapas, podemos entender esta dicotomía, los de las nuevas generaciones, no pueden comprender esta realidad.
Los adláteres del trujillismo y sirvientes del balaguerismo, que tienen un pasado funesto en nuestra historia, de una muy triste recordación, hoy utilizan grupos paramilitares para agredir cualquier idea que no sea conservadora. Esos que perseguían a todo aquel que no comulgará con un régimen despótico, que negaba las libertades públicas, ahora son los nacionalistas.
En aquellos tiempos todo el que difería de la dictadura de Trujillo y de su continuación con el balaguerismo, era catalogado de comunista, para ser perseguido, encarcelado o asesinado. Ahora, no son acusados de comunistas, sino de enemigos de la patria y traidores a los postulados de Duarte.
Por Dios, cuanta hipocresía y vacuencia, cuanto ha cambiado el mundo y el país, al punto de que el chantaje conservador, está llevando a todo el que tenga ideas progresistas a sentirse acorralado y mantenerse en silencio. En aquellos tiempos, la censura se realizaba desde el Estado, hoy es por vía de un ejército de radicales, que amenazan y hasta agraden, a quienes expresen puntos de vistas diferentes.
Hay que reconocer que los ultraconservadores, han tomado el control, con un discurso de odio y violencia física y verbal. Imponiéndose por ignorancia unas veces y por populismo en otras ocasiones, logrando a través del chantaje y la manipulación, colocar en el paredón de fusilamiento a quienes se aparten de sus postulados.
Los que tienen una visión progresista, deben de ser muy valientes para exponer sus criterios, ya que las hordas fanáticas, de inmediato la emprenden en su contra, con amenazas y acusaciones. Los nuevos "patriotas", no aceptan que nadie tenga una opinión diferente y quien la manifieste es lanzado a la muchedumbre para que los pulverice.
Al parecer el mundo tiene esos ciclos cada cierto tiempo, donde se revierten los roles, por ejemplo, Hitler en el 1928 sacó un 3% y 4 años después ganó unas elecciones. El nazismo se impuso con el apoyo popular, ahora el neonazismo fascista, va camino a imponerse con un discurso conservador, enarbolado en nuestra patria, como un discurso duartiano, sin importar la distorsión histórica que representa.
Pienso, reflexiono y me digo, que falta hacen los verdaderos patriotas, que ofrendaron sus vidas por la libertad de nuestra nación. Que faltan hacen los partidos que se llaman progresistas, que faltan hacen los intelectuales de avanzada, que falta hacen los creadores de opinión pública independientes, que falta hace hasta nuestro gobierno. Al parecer todos han tirado las armas, para rendirse a los nuevos "héroes" del país. LOS ULTRACONSERVADORES.