Sin duda, hasta ahora el gobierno de Luis Abinader puede ser definido, a diferencia de
sus antecesores inmediatos, con una palabra: transparencia. En cinco años no ha habido
hecho de gobierno que no haya sido expuesto con transparencia en sus componentes
inmediatos o en perspectiva; no ha habido iniciativa palaciega que no haya sido
explicada directamente por el jefe del Estado; no ha habido estrategia secreta en ningún
proyecto público; no ha habido ninguna respuesta presidencial cargada de misterio
interpretativo…(Sí: Abinader ha sido, hasta ahora, el jefe de Estado más sonriente y
transparente que hemos tenido).
