El objetivo del desarrollo local de Río San Juan y toda la provincia es construir las capacidades institucionales y productivas de un territorio definido, con frecuencia una región o municipalidad, para mejorar su futuro económico y la calidad de vida de sus habitantes.
El desarrollo local hace una contribución importante a la mejora del desempeño económico nacional. De hecho, en los últimos años, este tipo de desarrollo ha ganado una importancia crítica debido a la creciente competencia global, la movilidad poblacional, los avances tecnológicos y las consecuentes diferencias espaciales y desequilibrios territoriales.
Un desarrollo local efectivo puede contribuir a la reducción de disparidades, generar empleos y multiplicar empresas; aumentar la inversión total del sector privado, mejorar los flujos de información con los inversionistas, además de aumentar la coherencia y confianza de la estrategia económica local.
Este tipo de políticas también contempla una mejor evaluación y diagnóstico de los activos económicos locales y de una sólida identificación de sus ventajas comparativas, lo cual permite apoyar una estrategia de desarrollo más robusta.
Rio san Juan se ha convertido en espacio favorecido para impulsar los esfuerzos que promueven el desarrollo local. El gobierno central está reconociendo la necesidad de incrementar las capacidades institucionales de los municipios y regiones, con la finalidad de que sus autoridades puedan tomar decisiones y hacer las intervenciones necesarias para optimizar su desempeño económico relativo y, de esta manera, contribuir al crecimiento y desarrollo de todo el país.
En algunos contextos, esto ha llevado a un esfuerzo renovador de este nuevo gobierno de Luis Abinader (al pasar de las autoridades centrales a las locales).
Representada por nuestros senador, diputados y alcaldes, esto ha generado esfuerzos por parte de todos para mejorar el apoyo a iniciativas locales.
Para aprovechar estas oportunidad, el gobierno local puede necesitar la realización de ajustes en diversos factores de su economía local, el rediseño de su oferta y el apalancamiento de sus activos; vale decir, una estrategia que les permita competir mejor en una economía abierta y basada en el conocimiento.
Estas transformaciones suelen incluir incentivos para el desarrollo de toda una provincia, como pueden ser el mejoramiento de la productividad de la infraestructura, el atractivo del ambiente empresarial y la calidad de vida disponible.
Estos cambios también pueden involucrar esfuerzos explícitos para reposicionar la economía local dentro de los mercados internacionales en una segunda fase del muelle y así impulsar una mejor inserción productiva.