Cuando en el 2010 Ubaldo Jiménez llegó al Juego de Estrellas con 15 victorias, apenas una derrota y 2.20 de efectividad, inmediata surgieron las opiniones sobre el nacimiento del próximo Pedro Martínez.
Se hizo todo tipo de comparaciones entre el nativo de Nagua y el considerado por muchos el mejor lanzador que ha tenido la República Dominicana.
Sin embargo, quienes osaron decir que estábamos ante un nuevo Pedro El Grande obviaron las muchas lagunas que ponen a Ubaldo Jiménez muy distante del nativo de Manoguayabo.
Recuerdo que en medio de la efervescencia de sus victorias y su juego sin hits, conversé sobre ese desempeño con un reclutador de peloteros que fue compañero de Ubaldo en sus inicios, y me dijo tajantemente que eso no era duradero.
Ponía como razones que el lanzador de los Rockies de Colorado no tenía un gran repertorio, que además de faltarle el “guapeo” de un lanzador temible, no tenía un lanzamiento matador a la hora de estar arriba en el conteo de bolas y strike, y por eso su gran cantidad de transferencias.
Y fue más lejos, dijo que aunque tiene un buen brazo y velocidad, su mecánica no era correcta, por lo que no irá muy lejos como lanzador abridor. “Deja su caja toráxica muy atrás y ahí viene el que no tenga dominio sobre sus lanzamientos”.
A la hora de pronosticar su futuro lo vio como un cerrador, siempre y cuando aprenda un lanzamiento rompiente de calidad. “Debe aprender un buen slider y buen cambio si quiere por lo menos ser un cerrador de éxito”, sentenció.
El fatal inicio que ha tenido Ubaldo en esta temporada, en la que no ha logrado victorias en 8 salidas, con cuatro derrotas y efectividad de 5.44, parece haberle dado la razón. Ese mediocre desempeño está poniendo en evidencia que su derrumbe al final de la temporada pasada no fue fortuito, y que sus herramientas son muy pobres para ser un abridor consistente en las Grandes Ligas.
En sus últimas 24 apariciones apenas ha ganado 3 partidos con 11 derrotas, y más de 50 bases por bolas en ese período. Además, sus 19 victorias del 2010 ha sido mayor total en toda su carrera. En el 2009 alcanzó 15 triunfos, pero con 12 derrotas, apenas tres victorias más que las logradas en el 2008, cuando concluyó con 12-12.
Y no pongamos como estandarte la efectividad de 2.88 del 2010, pues fue por mucho la mejor de su carrera. Anteriormente osciló en 4.28 y 3.47.
Ubaldo aún es joven y podría aprender algo más, pero no nos hagamos muchas ilusiones, que el nativo de Nagua nunca no tendrá una trayectoria que pueda compararse con los grandes momentos que nos hizo vivir el desempeño de Pedro El Grande.