NUEVA YORK.- La ciudad de Nueva York recordó la mañana de este jueves el segundo peor accidente aéreo en la historia de Estados Unidos luego del atentado del 11 de septiembre; el vuelo 587 de American Airlines.
Familiares de las víctimas, 265 en total, recordaron hoy aquel 12 de noviembre del 2001 cuando el avión A300 cayó en el vecindario de Belle Harbor de Queens a pocos minutos de despegar. Murieron 251 pasajeros, dos pilotos, siete asistentes de vuelo y 5 personas en tierra.
El avión había despegado a las 9:17 de la mañana del aeropuerto John F. Kennedy con destino al Aeropuerto Internacional de las Américas en Santo Domingo, República Dominicana.
El alcalde de la ciudad Bill de Blasio, el congresista Adriano Espaillat, el concejal Ydanis Rodríguez, la asambleísta Carmen de la Rosa y el cónsul dominicano Eligio Jáquez acompañaron a los familiares en el homenaje realizado en el monumento Rockaway Beach and Boardwalk.

“Hoy recordamos la vida de aquellos que murieron en aquel vuelo y los que murieron en tierra. Hoy recordamos a la comunidad dominicana en esta ciudad. Sabemos que el dolor nunca se irá, pero nos cuidamos unos a otros. Nunca los olvidaremos, nunca olvidaremos a los pasajeros del vuelo 587”, dijo De Blasio.
Jáquez, por su parte, recordó que también vivió horas de angustias ese día, pensando que su hermano estaba dentro de las víctimas.
“Siento el dolor como si fuera mío, pues por horas tuve la desesperanza de saber que mi hermano también estaba en ese vuelo y luego me enteré de que no había podido abordar. Parecería que Dios puso obstáculos en el camino para alargar su tiempo en este mundo”, recordó.
El cónsul también dijo que solicitará la construcción de un memorial que honre a los fallecidos de esta tragedia en República Dominicana para los familiares de los fallecidos que viven en su país.
“La pérdida de un ser querido deja una huella indeleble con la que aprendemos a vivir. Aquella tragedia nos cambió la vida a todos y desde entonces cada aterrizaje exitoso se ha convertido en un aplauso insigne que caracteriza orgullosamente la dominicanidad”, dijo el cónsul.