En esto de pretender vender propiedades emblemáticas del Estado no es solo el Conape que apura aprestos. Según me cuentan, hay unos lobbistas ofertando en venta el espacio que ocupa el hospital de la Policía Nacional, donde estuvo por mucho tiempo el cuartel general de Radio Patrulla, en la avenida Independencia, frente a la Cancillería. ¡Hummm…!
Tonty Rutinel
M i buen y mejor amigo Tonty Rutinel Domínguez se recupera de una intervención quirúrgica a la que fue sometido comenzando la Semana Santa. Enterado ayer, le llamé y hablé con él, notándolo de buen ánimo. Lleguen a él mis deseos por su pronta recuperación…
A mi madre
Hace ya cuatro años que partió Doña Chicha, mi madre adorada, atendiendo el llamado del Todopoderoso para el viaje inevitable al que todos acudiremos. María Crescencia de la Rosa, que era el nombre de pila de mi madre, fue en vida una mujer irreductible, firme en sus convicciones y que me amaba como nadie. Yo era su único hijo. No tuvo la fortuna de que fuéramos dos, ya que mi hermanita murió a los 17 días de nacida. Mujer humilde, campesina, no parecía haber cursado apenas la educación primaria, pues tenía inteligencia natural, agudeza para ver más allá de la curva y una profunda identidad con los que, como ella, supieron en sus primeros años lo que es la pobreza y la marginalidad. Sé que murió orgullosa de mí, tanto como yo siento orgullo de ser su hijo. Si Dios me lo permitiera, de volver a nacer, no tendría la menor duda de querer volver a ser su hijo. Cuánto amé a mi viejita. Que repartió cariño, mucho amor y valiosas enseñanzas a su alrededor. También supo ser fuerte, cascarrabias en el apego y defensa de lo que creía su verdad, y como ella misma se definía: revolucionaria. Hoy la recuerdo con tristeza, pero –repito- muy orgulloso de lo que ella fue y me enseñó a ser. Que Dios me la tenga en buen descanso eterno, que algún día de nuevo estaremos juntos…