Dicen por mi campo que “como quiera es malo”, en alusión a la actitud de mucha gente que nunca está conforme, que siempre busca un sambenito a las cosas. Es lo que está pasando ahora con algunas de las reacciones ante la convocatoria hecha por el Poder Ejecutivo para que se reúna el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) a los fines de renovar la matrícula del Tribunal Superior Electoral (TSE) y designar dos jueces para llenar vacantes en la Suprema Corte de Justicia, todo en el marco de un mandato constitucional que estaba pendiente de cumplimiento desde hace unos meses. Había quienes no desperdiciaban oportunidad para “reclamar” que se convocara el CNM y, viendo fantasmas en todo, argumentaban que “no quieren cambiar los jueces de esas altas cortes por los chanchullos que están en programa”. Ahora, convocan el Consejo, y esos mismos reclamantes “advierten” que “hay que tener cuidado con esa convocatoria, porque esa es una maniobra para poner jueces condicionados que no sean independientes”. ¿En qué estamos, por fin? Lo interesante sería saber si en otras circunstancias, como por ejemplo si esos críticos tuvieran el control del Ejecutivo, no estaría maniobrando ahora para que los futuros designados fueran “jueces condicionados”. Palos si boga, palos si no boga…
Inundaciones
Otra vez, los aguaceros que han caído desde la semana pasada, nos dejan una secuela de daños materiales con un sinnúmero de desplazados y damnificados por decenas. La fragilidad en que vive mucha gente en las zonas vulnerables a los efectos de las lluvias, donde siempre arrasan las inundaciones, mantiene vigente el certificado de país tercermundista para nuestro país. Afortunadamente, se notan avances en las labores de prevención y en el manejo de los desastres de esta naturaleza y los daños que dejan las aguas son cada vez más controlados. Dios se apiade de los afectados…