NUEVA YORK.- La seccional neoyorquina del Colegio Dominicano de Periodista (CDP) criticó que el presidente Luis Abinader haya pensionado a un grupo de dirigentes y afiliados de ese gremio y no haya tomado en cuenta a los que residen en el exterior.
En una carta dirigida al mandatario, firmada por el secretario general de la filial, Erasmo Chalas; Lissette Montolío, y secundada por la presidenta de Acroarte-NY; Claudio Abreu, del Círculo de Reporteros Gráficos de TV-USA; José Sierra, de Adompretur-NY; y German Batista, del Círculo de Locutores Dominicanos-NY, indican que la inequidad de excluir a los periodistas de la diáspora es un “acto cruel y de violación a los derechos humanos”.
«Hombres y mujeres que lo han dado todo por su país en décadas de ejercicio profesional, hoy enfermos terminales, son víctimas de discriminación y abuso con sus pensiones», indica la dirección del CDP en Nueva York en una carta al presidente Abinader que también fue distribuida a los medios.
Señala que «agrupados en cinco filiales del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) en los Estados Unidos ( New York, Boston, Miami y Puerto Rico), hemos conmemorado una vez más el Día del Periodista más infeliz y amargo, producto de una exclusión social inhumana e injusta. No hemos recibido la menor justificación del CDP de por qué fuimos excluidos de la lista oficial de los 44 periodistas pensionados por usted en nombre del Estado».
«Señor Presidente, sabemos que no fue responsabilidad suya esta discriminación. Solo hacemos llegar ante usted nuestro dolor e indignación porque la exclusión discriminatoria del plan de pensiones del Estado no fue nada casual. Fue dispuesta de manera premeditada, inhumana y abusiva por aquellos dirigentes nuestros llamados a defendernos con altura y dignidad: la dirección del Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP) y su presidente Olivo de León Sandoval, quien a pesar de que goza de dos empleos y buena salud, si supo incluirse en la lista de los 44 periodistas pensionados, cometiendo un acto de abuso de poder, por aquello de que un dirigente debe ser siempre primero en el sacrificio y último en el beneficio», explica.
Recuerda que «más de 15 comunicadores, algunos con enfermedades crónicas terminales, que trabajaron durante 15, 20 y 30 años y que cotizaron ante el Seguro Social y el Impuesto sobre la Renta en la Republica Dominicana, fueron excluidos del listado sometido a su alta consideración por la dirección nacional del CDP, sin explicación ni justificación alguna, en un acto de burla hacía las filiales y sus miembros».
«Usted dirá señor Presidente, con aparente razón, que los periodistas de la diáspora, los que abandonaron el país para irse en busca de un futuro mejor, tienen su pensión asegurada y no necesitan de la pensión del Estado Dominicano.
Nada más incierto: en nuestra diáspora, los periodistas que emigramos a diferentes países del mundo como Estados Unidos, España, Francia, Italia, Panamá, Islas del Caribe, Venezuela y Puerto Rico, hemos contribuido como el que más a la estabilidad macroeconómica del país, con el envío de remesas, el embarque de compras y electrodomésticos a nuestros familiares y amigos, sacrificando en muchas ocasiones nuestras propias vidas y la pensión que nos corresponde fuera del país casi nunca nos permite cubrir nuestras necesidades básicas por múltiples razones.
En virtud de la voluminosa deuda de pensiones acumuladas durante décadas del Estado y el abuso de pensionar políticos con sueldos lujosos, el balance social es crítico, tanto para los dominicanos en general en la isla como para los dominicanos en la diáspora. Esto contribuyó mucho en el pasado reciente a la politización de las pensiones en los gobiernos de Danilo Medina y Leonel Fernández, con el concurso soterrado del CDP y sus dirigentes, sirviendo esto para castigar aun más a aquellos comunicadores adversos al régimen, críticos del estado generalizado de corrupción e injusticia social que ha vivido nuestro país.
En el caso nuestro como profesionales que hemos seguido impulsando el desarrollo nacional y nuestra democracia desde el exterior somos víctimas de una doble acumulación de pensiones porque nos han arrebatado lo que nos pertenece, dejarnos fuera del derecho al retiro digno a cientos de colegas en estado de salud crítico y que pusieron toda su esperanza en usted a su llegada al poder el 16 de agosto del 2020.
A nuestro modo de ver la realidad, Sr. Presidente los periodistas que emigramos somos tan honorables como todos los dominicanos de exterior, con derecho a voz y voto, como aquellos que residen en el país. Pero a nosotros nos sacan del listado de pensionados de un plumazo por una cuestión de que “debemos priorizar al periodista que vive aquí”. Eso es una injusticia social enorme y violatorio de los derechos humanos, Sr. Presidente, porque todos hemos jugado nuestro papel desde allá y desde aquí defendiendo los avances de nuestra democracia.
Lo correcto, Sr Presidente, es que en cada año de su periodo constitucional, usted pensione al mayor número posible de periodistas, y que la prioridad sean aquellos en peor estado de salud. Y que un porcentaje significativo de esos comunicadores sean de la diáspora, periodistas, locutores, camarógrafos y/o productores de programas de radio o televisión, que tienen pleno derecho a ser incluidos en la agenda de las pensiones todos los años. Es de justicia social y lo tenemos más que bien merecido.