Con pasos firmes el Partido de la Liberación Dominicana se encamina a retomar el poder en el 2024, por lo que desde ya los sondeos precisan que más del 50% de la población se inclinan por esa percepción.
Los continuos errores del Gobierno del PRM, su improvisación, contradicciones permanentes, inseguridad sistemática, incapacidad para mantener una línea de mando y sobre todo el abandono de sus promesas de campaña, han ido produciendo una falta de confianza y distanciamiento de una gran parte del electorado que los apoyó en el 2020.
El populismo es el modelo de gobierno que ha elegido el Presidente Abinader para dirigir los destinos del país, lo cual históricamente se ha demostrado que puede funcionar por un tiempo, pero que su fragilidad y poca fortaleza institucional lo va debilitando hasta perder la credibilidad y con ello su base de sustentación.
Sin fanatismo ni subjetivismo solo hay que tomarse unos minutos para observar lo que está pasando en nuestra Nación: Un endeudamiento que sobrepasa el 70% del PIB, que implicará el próximo año tener que pagar más de 200 mil millones solo por este concepto, un alza permanente de los productos básicos de la canasta familiar, el aumento desproporcionado de los combustibles, la eliminación de una gran parte de las ayudas sociales, el aumento del desempleo y el golpe mortal en lo referente a los materiales de construcción.
A esto hay que agregarle el aumento de los medicamentos y el descalabro del sector agroindustrial, creando un verdadero caos económico y social que ha impactado de manera negativa a todos los sectores que
gravitan en en nuestro País. En verdad nos parece que ya han pasado 4 años de gobierno perremeista, cuando apenas cumplirán 8 meses en unos días.
Esta es una realidad que favorece al PLD, pero jamás debe convertirse en un elemento de triunfalismo, por lo que es el momento de que cada peledeista dedique todo su tiempo y energía para fortalecer la organización. El Partido culminó su Congreso con la elección del Comité Central y su Comité Político, pero ahora viene lo más importante, la reestructuración de los Comités de base e Intermedios adecuados a las mesas y recintos electorales, así como la elección de las direcciones municipales y provinciales. Todo este proceso deberá culminar en el mes de diciembre.
Con un Partido fuerte, sólido y unificado a todos los niveles, las condiciones estarían creadas para el triunfo electoral en el 2024. Nuestro reto será escoger más adelante un candidato presidencial que además de contar con un Partido unificado, pueda conectar con los jóvenes, las mujeres y una clase media que en los pasados comicios nos negó su apoyo.
Otra condición indispensable para retomar el poder, será el restablecimiento del centralismo democrático, de la disciplina y la institucionalidad partidaria. El grupismo debe ser desterrado del PLD, ya que lo único que aporta es conflictos, división y confrontaciones innecesarios. Los intereses generales siempre deberán estar por encima de lo personal.
Hay que darle la oportunidad a todo el que quiera integrarse y trabajar, siempre y cuando sea con respeto y acatando las directrices trazadas por los órganos superiores. Esta es la oportunidad para quienes quieran asumir posiciones de mando en el PLD lo hagan, pero trabajando y aportando, jamás disociando y atentando en contra de la unidad.
Los procesos hay que cerrarlos y seguir siempre hacia adelante, lo pasado siempre será una experiencia que nos dotará de sabiduría si sabemos darle un correcto uso, de lo contrario siempre será un elemento para las quejas, frustraciones, resentimientos y pasiones negativas. Los gobiernos del PLD les ofrecieron oportunidades a todos los compañeros, los hechos están ahí y negarlos simplemente seria una mezquindad.
Compañeros vamos a trabajar y quien no se sienta bien en nuestro Pertido que tome la decisión que crea más pertinente, pero si decide quedarse es para hacerlo con lealtad y honestidad. Es preferible que quien quiera irse lo haga y no que se convierta en una quinta columna, en un encono que lo único que deje por donde pasa es un ambiente tóxico y negativo.
La unidad, disciplina, lealtad y el trabajo fuerte, son la garantía para que el PLD retome el poder el en 2024 y vuelva a conducir el País por el camino del progreso, la estabilidad, modernidad e institucionalidad.
POR UN P LD UNIDO, DISCIPLINADO Y COMBATIVO.