Es indiscutible e innegable el gran avance institucional que ha experimentado la Nación a partir de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, lo cual se refleja en el grado de modernidad en que nos hemos situado, el crecimiento económico, la educación y la incursión en el mundo de la globalización.
Entiendo que esto es reconocido por la gran mayoría del pueblo dominicano, siendo el mejor ejemplo de esto, el apoyo que recibió el Presidente Medina en el pasado proceso electoral, lo cual no fue más que un reconocimiento a su trabajo por sacar al país de la pobreza, el analfabetismo y su apoyo a la zona rural con las visitas sorpresas como estandarte.
A pesar de este panorama positivo y de expresión de un gobierno que tiene como base la gente, todavía hay algunos funcionarios que no han entendido esta mecánica, alejándose del pensamiento del Presidente Medina. Estos pocos funcionarios quieren imponer un estilo basado en la anarquía, usurpación de funciones, violación de las leyes y la constitución, sin llegar a asimilar que el protagonismo e imposición arrogante no contribuye a hacer lo que nunca se ha hecho.
Cada Ministerio y Dirección General está limitado por la propia ley y la constitución, por lo que sobrepasar esos linderos no es una manera de contribuir a fortalecer el clima de estabilidad institucional que vive el país actualmente, como resultado de una visión consciente de nuestro Presidente. Lo cual al mismo tiempo vulnera derechos de otras instituciones, con menos poder gubernamental, pero amparados por un marco jurídico y legal, que a veces deben observar impotentes como ese exceso de poder los humilla y relega a un plano de impotencia ante la prepotencia y arrogancia que se le imponen.
Vamos a defender la institucionalidad, lo cual es la única garantía, para el desarrollo y avance de nuestro país, vamos a seguir el ejemplo de nuestro Presidente, con su humildad y respeto por todos, sin importar que sean grandes o pequeños. No permitamos que el poder momentáneo obnubile nuestras mentes, vamos a trabajar para que la República Dominicana sea un ejemplo mundial de organización e institucionalidad.
Un país solo se institucionaliza cuando todos, sin excepción, respetamos las leyes y la constitución.